Un conflicto por los sueldos provoca dimisiones en el PP en Pontevedra

Los esfuerzos de última hora de Alfonso Rueda no consiguieron el objetivo deseado y ayer se quebró el grupo municipal del PP en Pontevedra. Los ediles José Manuel Guillán y Begoña Laya presentaron su dimisión, a la que se podría sumar en los próximos días la de Celia Soto. La ruptura con el portavoz, Jacobo Moreira, a cuenta de las dedicaciones exclusivas, enrareció el ambiente y desembocó en las salidas de los concejales, que renunciarán a sus actas.

El conflicto estalló en septiembre, cuando cinco de los 11 ediles populares —Soto no asistió— se abstuvieron en el pleno ante la petición de Moreira de dividir la dedicación exclusiva de que disponía el PP en dos medios salarios. Hasta el verano venían cobrando tres (dos de ellos divididos entre cuatro concejales), en función de un acuerdo a principio de legislatura que también permitía al bipartito local pagar a todos sus miembros con responsabilidad de Gobierno, y que fue rubricado por Telmo Martín. Una edil del BNG que no cobraba dejó la corporación, y como su sustituto sí pasó a recibir el sueldo, Moreira protestó tachando el trámite de “inmoral”. BNG y PSOE reaccionaron y dieron por anulado el pacto, lo que supuso al PP perder dos sueldos. Desde entonces el alcalde Miguel Anxo Fernández Lores ha reiterado su disposición a recuperar la concordia, siempre con un punto de retranca que rayaba en la ridiculización del rival. A Moreira retractarse le parecía un “chantaje” y la situación se enquistó.

El desplante del pleno de septiembre no se corrigió y los seis ediles díscolos llegaron a plantearse salir del PP y permanecer como no adscritos, lo que puso en guardia a Rueda. El martes, acompañado de Rafael Louzán, llamó a capítulo al grupo, con éxito parcial. Dos días después, un nuevo pleno volvió a tratar el tema, esta vez porque Moreira quiere ahora recuperar las dedicaciones en el juzgado y había que decidir si el Ayuntamiento se personaba. El BNG volvió a insistir en que se recuperase el pacto. El portavoz del PP tomó la palabra y dijo que no, tras acusar al alcalde de “enmerdar”. Con caras largas, el PP voto en bloque la abstención.

Fue el punto de no retorno para Guillán, exdirectivo de Caixanova de 71 años que se estrenó esta legislatura. Se ocupaba de fiscalizar las cuentas municipales, pero ya fue desautorizado por Moreira respecto a la decisión de abonar la extra a los funcionarios, ante la que propuso abstenerse en vez de votar en contra. Laya, que tiene un puesto en el mercado de abastos, cobraba uno de los medios sueldos desde mayo de 2011, tras dos legislaturas sin estipendio, y solo entró en la corporación tras la renuncia del deportista David Cal. Celia Soto, que tampoco cobra, trabaja en el servicio de publicaciones de la Diputación. Guillán confirmó que renunciarán al acta y criticó la polémica de los salarios, que a su entender generó Moreira “solo” y que volvió imposible el trabajo en equipo. Dice que se revolvió “por solidaridad con los compañeros que sí cobran” pero que “ya son mayorcitos” para defenderse solos. Moreira no quiso comentar el asunto, salvo para “agradecer el trabajo” de los dimisionarios. Louzán trató de dar la vuelta a la situación y constató que, efectivamente, la renuncia fue “voluntaria”.