El PSC renuncia a hacer oposición con el proceso soberanista de CiU

Artur Mas dedicó su discurso de investidura a tender la mano al Partit dels Socialistes para que su dependencia de Esquerra Republicana no le maniate para el resto de legislatura. Pero, a juzgar por las réplicas del líder de ERC, Oriol Junqueras, y del primer secretario socialista, Pere Navarro, las palabras de Mas cayeron en saco roto. Ni Navarro cogió el guante de Mas ni Junqueras le reprochó su distanciamiento del pacto.

Los socialistas catalanes no se dieron este jueves por aludidos por el guante que les lanzó Artur Mas. El PSC votará no en la investidura del presidente de la Generalitat, tal y como ya habían anunciado, y no se sumarán al pacto político de CiU y ERC ni tienen intención de dar apoyo parlamentario al líder nacionalista en esta legislatura.

El primer secretario del PSC, Pere Navarro, fue muy expresivo cuando dijo a Artur Mas que los compromisos de los nacionalistas con los republicanos "no merecen credibilidad" a los socialistas. El PSC se abstuvo hace dos años en la segunda votación y ello facilitó la investidura de Mas a partir de un acuerdo de mínimos con los socialistas que CiU incumplió de cabo a rabo. Navarro esgrimió ese documento en la tribuna del Parlamento catalán y recordó su contenido.

Navarro admitió que el PSC ha venido reclamando en los últimos meses algunas de las reformas fiscales que han pactado CiU y ERC, como el aumento a las grandes fortunas, a los depósitos bancarios o la recuperación del impuesto de sucesiones, pero precisó que "los socialistas no nos fiamos" a causa de esos precedentes.

Con todo, Navarro anunció que el PSC no dificultará la hoja de ruta soberanista que han pactado Mas y Junqueras. "Como usted ya tiene el pacto hecho, el proceso decidido y el camino escrito, nuestro partido no pondrá ni un palo en las ruedas", dijo el líder socialista. En este sentido, Navarro anunció que el PSC "se abstendrá en todas y cada una de las votaciones" que afecten a ese tema durante toda la legislatura. Los socialistas apoyarán la consulta soberanista si el referéndum es legal, acordado con el Gobierno y vinculante, dijo Navarro, y el PSC defenderá el no a la independencia y seguirá defendiendo la vía federalista.

Con Navarro empezó el debate en el Parlament. Porque la primera réplica, de Junqueras y la posterior respuesta de Mas fue una buena muestra de la complicidad que en estos momentos hay entre CiU y ERC. Junqueras debutó en el Parlament con un discurso en el que, sin leer ni una sola línea, se sumó a la tesis de Mas: pidió al resto de grupos, con especial énfasis al PSC e ICV, que se sumen al acuerdo de estabilidad parlamentarioa del nuevo Gobierno. Un acuerdo que, puntunalizó Junqueras, está abierto también a los agentes sociales y económicos catalanes. “La voluntad de ERC, y entiendo por sus palabras, que también del presidente, es explícita: intentar abrir este acuerdo a altras formaciones políticas del Parlament y al conjunto de la sociedad catalana”.

Para los republicanos, los dos ejes de la legislatura requieren del mayor consenso posible. La consulta por la autodeterminación, porque mayor legitimidad tendrá, entienden sus impulsores, cuanto más mayoría parlamentaria le respalde. Y los Presupuestos porque repartir entre más grupos su aprobación disminuiría el desgaste provocado por los recortes que teme ERC.

Junqueras se valió del aumento de impuestos fijado en los Presupuestos para reclamar ayuda a PSC e ICV: “Hay formaciones que han defendido estos tipos impositivos. Legítimamente, aspiremos a contar con su apoyo. Hay suficiente en repasar los programas electorales”

Mas aprovechó el turno de réplica a Junqueras para alabar las bondades del pacto –“lo celebro”, dijo- y coincidir en la argumentación del republicano: que los recortes son culpa del Gobierno español y que la mejor solución es un Estado propio para Cataluña