Los desalojos en el Cabanyal se hicieron sin previo aviso, declara Mònica Oltra

"Me cogieron de la pechera, rompiéndome un botón de la chaqueta, y me tiraron al suelo. Me quedé conmocionada de un golpe y vi cómo sacaban al resto de compañeros en volandas, de manera innecesaria y desproporcionada", relató ayer la portavoz adjunta de Compromís, Mònica Oltra, en un tribunal.

La diputada compareció ayer en el juzgado de Instrucción número 10 de Valencia denunciada junto a otras siete personas por una falta de desobediencia, que lleva aparejada una multa de entre 10 y 60 días. Además de Oltra están denunciados tres miembros de Salvem El Cabanyal, dos vecinos del barrio, y dos policías locales.

Oltra, diputada que abandonó aquel día el cordón policial dolorida pero por su propio pie, ha sido la única política denunciada por un intendente jefe de la Policía Local de Valencia por ofrecer resistencia cuando los agentes trataron de dispersar las concentraciones. Ni la diputada de EU Marga Sanz, que fue desalojada a rastras y declaró el pasado lunes como denunciante, ni los ediles y políticos del PSPV que sí fueron invitados a desalojar la calle y se negaron, constan en la denuncia.

La parlamentaria contó lo sucedido aquel día. “Acudí a primera hora a la calle San Pedro tras recibir el aviso de que brigadas del Consistorio iban a derribar una casa protegida por la orden del Ministerio de Cultura”, explicó. Cuando llegó, la casa había sido reducida a escombros, por lo que vecinos y miembros de Salvem El Cabanyal se marcharon a la vía Vidal de Cañelles donde sería la siguiente demolición.

Allí la mañana transcurrió, en palabras de Oltra, “en un ambiente distendido” con vecinos y policías. El problema saltó a partir de las 13,00 horas, cuando los policías dijeron que los recursos contra los derribos habían sido rechazados. La diputada de Compromís aseguró que ella no lo supo hasta horas después. Oyó que el intendente jefe de la Policía Local le decía a sus agentes: “Primero los políticos y luego al resto” y ahí estalló la confusión.

“Yo no recibí orden de salir de allí, no hubo orden de desalojo. A mi me tiraron al suelo, no me requirieron previamente", remachó. Cuando se levanta del suelo, un agente le dice incluso, declaró ayer: “La foto ya la tienes, qué haces aquí todavía”. El intendente dijo el día anterior en la misma sala que avisó a los políticos de los desalojos con el boca a boca.

Ninguno de los testimonios de la policía relató la resistencia de la diputada de Compromís a la autoridad. Solo explicaron que Oltra se hallaba delante de un grupo de manifestantes entralazados que intentaban impedir el derribo de la casa, la policía empezó a forcejear con ellos y cayeron al suelo. A la salida, Oltra dio a entender que este era un juicio político contra su persona. Y de hecho, recordó que el PP que se personó en un primer momento como acusación particular, ha desistido.

El otro denunciado, Faustino Villora, dirigente histórico de Salvem El Cabanyal, dijo que él no tenía la condición de político y por eso concluye que no recibió la orden de desalojo. Villora contó ayer que en pleno follón los agentes le estamparon contra unos contenedores. Los policía le acusan a él de dar patadas, algo que negó en el juzgado.

Durante el interrogatoria, su abogada explicó que la policía no denuncia a Villora tras lo acontecido el 6 de abril en el barrio. la denuncia contra el dirigente se produce a través de una ampliación tras la batalla campal que siguió en otra calle del barrio —en Francesc Eiximenis, donde se dio otro derribo—. La abogada defendió que la policía fue contra Villora cuando él denunció las cargas de la policía del día 8.

Villora denunció los hechos pero estos fueron archivados, en parte porque el dirigente no logró identificar al agente con el que tuvo el altercado.