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Un Edipo poco ortodoxo y ‘naïf’

El coreógrafo y director Vandekeybus cuenta a través de la danza y la música el mito universal El espectáculo 'Oedipus/Bêt noir' se representa unicamente en Sevilla el viernes y el sábado

Escena de la obra 'Oedipus/Bêt noir' (Edipo/Bestia negra), de Wim Vandekeybus.
Escena de la obra 'Oedipus/Bêt noir' (Edipo/Bestia negra), de Wim Vandekeybus.

Cuando la tragedia ya ha sucedido, cuando Edipo ya ha matado a su padre y cuando el drama se transforma en danza y música, el director y coreógrafo belga Wim Vandekeybus aprovecha para interpretar al papel del antihéroe y crear su propia versión contemporánea del mito griego. Oedipus/Bêt noir (Edipo/Bestia negra) está basada en los textos que Jan Decorte firmó en 1999 y ahora la desgracia se cuenta, sin apenas diálogos, a través de 15 actores, bailarines y músicos.

Es la tercera vez que Vandekeybus se enfrenta al mito de Sófocles y quizás sea la primera y la última representación que se pueda ver en España. Este Edipo poco ortodoxo y convencional solo estará el viernes y el sábado en el Teatro Central de Sevilla.

Layo, el padre del antihéroe, ya está muerto en este Edipo, por eso es interpretado por un músico belga que no tiene diálogo y solo toca la guitarra. "El texto no es inmenso, no cansa", aclara el director, que para contar muchas de las cosas que ya han pasado utiliza flash-back generando dentro de tanta danza y música una estructura muy cinematográfica.

El idioma internacional de la obra es la danza enérgica, pero cuando esta se paraliza por unos segundos para dejar paso al diálogo, este asoma mediante el flamenco y en su defecto por el dialecto belga. "Edipus es muy naïf, hay algo ligero, de juego, un héroe que puede caer muy bajo. Son muchos contrastes los que hay en la obra. El drama se cambia por acciones más ligeras y un idioma coreográfico", apunta Vandekeybus. El director asegura que le gustaría hacerlo en español, idioma que maneja perfectamente, pero "perdería el ritmo porque el espectáculo es muy musical y la danza es permanente".

Un bebé vivo, zapatos por todo el escenario y una una pared vertical esférica repleta de corbatas que sirve de muro para escalar, esconder y surgir personajes cuando uno menos lo espera, son algunos de los elementos que contribuyen a esta peculiar visión del mito. "Oedipus es un Vandekeybus en estado puro", asegura Manuel Llanes, director del Central.

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