El Supremo corrige de nuevo al TSJA por amparar la ‘objeción’ a Ciudadanía
Los magistrados niegan que un manual sea adoctrinador y avalan la asignatura El tribunal no ve problemas en que se informe de los tipos de familia y sexualidad existentes
La batalla primero fue contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía y su desarrollo normativo. Y el Tribunal Supremo sentenció a principios de 2009 que la objeción a esta materia no cabía en la Constitución.
Luego, los opositores se lanzaron contra los contenidos aprovechando que el Supremo había dejado claro que los libros no podían adoctrinar. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) les dio alas en octubre de 2010, cuando sentenció que el manual de la editorial McGraw-Hill caía en el adoctrinamiento, por lo que permitía que el hijo de una familia de Bollullos Par del Condado (Huelva) no asistiera a clase. Pero el Supremo ha cerrado ahora también esta vía al anular la sentencia del TSJA. "No se ha acreditado que el libro sea adoctrinador", sostiene el Supremo en un fallo en el que se da la razón a la Junta de Andalucía, a la Abogacía del Estado y a la fiscalía, que no habían detectado problemas con este libro, utilizado en 13 comunidades.
Recorrido judicial
2008. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) reconoce el derecho de unos padres de Bollullos Par del Condado (Huelva) a que su hijo no curse Educación para la Ciudadanía.
2009. El Tribunal Supremo concluye que no se puede objetar a la asignatura, aunque señala que los manuales no deben incurrir en el adoctrinamiento.
2010. El TSJA vuelve a admitir que un hijo de la misma familia de Bollullos no entre en clase al considerar que el manual de McGraw-Hill de la asignatura es adoctrinador.
2012. El Supremo vuelve a corregir al TSJA al considerar que ese libro no es adoctrinador y que solo expone los distintos tipos de sexualidad y familia que existen en la sociedad española.
El Supremo afirma ahora en su sentencia que "es difícilmente comprensible que se tenga por adoctrinadora la exposición de los distintos tipos de familia que existen en la sociedad española, tipos de familia que (...) con toda probabilidad conocen de antemano los alumnos a los que va dirigido el manual por formar parte muchos de ellos de las que son distintas de la tradicional". Y añade: "Por lo que se refiere a los tipos de sexualidad, de nuevo, es la exposición lo que se encuentra en el texto: información y no defensa, descripción y no prescripción, de determinados patrones y llamamiento a la responsabilidad en el ejercicio de la libertad y al respeto a la otra persona". "Exponer ordenadamente hechos, concepciones, actitudes no es adoctrinar", insiste la sección séptima de la sala de lo Contencioso-administrativo.
El Supremo también recuerda que este manual fue seleccionado por el Consejo Escolar del instituto en el que estudia el hijo de los demandantes "sin que mereciera ningún reproche que se conozca". Además, la Inspección Educativa elaboró un informe sobre los contenidos favorable. "El carácter adoctrinador de un libro de texto pensado para y dedicado a la educación de menores es una imputación gravísima pues implica, ni más ni menos, que manipula sus conciencias", añade el tribunal. "Adoctrinar es inculcar en el alumno determinadas ideas (...). En cambio, la exposición no inculca, informa, y la información ofrecida por el libro no incluye las valoraciones sesgadas que le atribuye la sala de Sevilla".
La sentencia del Supremo, que está fechada el 11 de noviembre, también aborda otro curioso aspecto de la decisión adoptada por el TSJA en 2010. Las curiosas "exenciones particulares".
El tribunal andaluz consideró que algunos capítulos del manual de McGraw-Hill caían en el adoctrinamiento. Pero, en vez de ordenar que el libro se retirara o modificara, solo estableció que el hijo de los denunciantes dejara de asistir a esa clase. El Supremo reconoce en su sentencia que esta decisión provoca "perplejidad" ya que si el libro es adoctrinador "para uno, lo es para todos".
Esta polémica resolución del TSJA la firmaban tres de los cinco miembros de la sección tercera. Los otros dos magistrados redactaron un duro voto particular en el que acusaban a sus compañeros de haber cometido un "verdadero fraude procesal" al permitir que solo el hijo de los denunciantes no asistiera a clase.
La familia que denunció es la misma a la que el TSJA también concedió en 2008 la primera objeción en España. Dolores Cano, la madre de esta familia, ha indicado este jueves que no comparte la sentencia del Supremo, aunque la acatará.
El libro que repudian Wert y la fundación de Aznar
La oposición a Educación para la Ciudadanía se lanzó desde los sectores más conservadores de la Iglesia católica y de la Conferencia Episcopal española. También encontró abrigo en la Fundación FAES, del PP, que en 2007 elaboró un documento titulado El Catecismo del buen socialista.
En ese texto la fundación que preside José María Aznar criticaba la asignatura. "Lo único que parece importante es implantar una asignatura obligatoria de claro contenido doctrinario y político", afirmaba FAES. Para aquilatar su argumentario esta fundación utilizaba fragmentos supuestamente extraídos del manual de McGraw-Hill, el libro que el Tribunal Supremo ha respaldado ahora al considerar que no es adoctrinador.
El ministro José Ignacio Wert también empleó en febrero una de las citas del informe de FAES atribuidas al libro de esta editorial para criticar la asignatura en el Congreso de los Diputados. El Ministerio de Educación ha suprimido ya algunos apartados de esta materia, como los referidos a los prejuicios sexistas y homófobos. Pero el departamento de Wert ha dado ahora un paso más: en el último borrador de su reforma educativa elimina directamente la asignatura.
La consejera andaluza de Educación, Mar Moreno, ha sostenido este jueves que es "el momento de pedir al ministro que lea la sentencia y que, por favor, no cometa el error de sacar la Constitución de la mochila de los estudiantes", en referencia a la supresión de la asignatura. Según Moreno, la sentencia del Tribunal Supremo es "muy oportuna", ya que en España había "una asignatura perfectamente homologable en Europa", en referencia a Ciudadanía, una materia que se incorporó a la enseñanza durante Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
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