La huelga del azulejo pone fin a décadas de paz social en el sector

“Llevamos 40 años negociando convenios y tememos que sea el fin de la negociación colectiva en la cerámica, nosotros hemos llegado antes a luchar un nuevo acuerdo pero el resto de la industria irá detrás”, explica Alejandro, un hombre de 37 años que lleva en el azulejo desde hace 14 y asegura que los trabajadores del sector están ante “el ataque más duro” sufrido en años. Lo mismo opina Francisco: “En 25 años trabajando nunca habíamos llegado a esto, nos quedamos sin nada si el convenio se pierde”. Son algunos de los miles de trabajadores que ayer secundaron la primera huelga general de la industria provocada por una ruptura total en la negociación entre patronal y sindicatos sobre el convenio que debe regir al sector en los próximos años. Sus fábricas, en L’Alcora y Onda, han parado la producción. “En todos los turnos sólo ha trabajado personal de administración, las líneas se han parado”, decían ayer. Lo mismo aseguraban otros trabajadores de otras industrias pero los datos de sindicatos y patronal son muy dispares.

Según los sindicatos convocantes, secundaron el paro el 85% de los trabajadores. “Nosotros estamos muy satisfechos, es un rotundo éxito porque las industrias más grandes han parado”, indicó el secretario general de Fecoma-CC OO en Castellón, Vicent Ortells. Para la patronal Ascer, el seguimiento ha sido del 17%. Guerra de cifras aparte, ambas estimaciones están por encima de la huelga general celebrada en noviembre. En ella, Ascer cifró la participación en un 4%. El azulejo da empleo directo a 15.000 personas (la mayoría en Castellón) y supone el tercer capítulo más exportador de la Comunidad Valenciana.

La huelga comenzó con el cambio de turno de las seis de la mañana. Una hora antes los piquetes informativos se situaron en los principales puntos de acceso de los polígonos industriales. Según informó la Subdelegación del Gobierno, no hubo apenas incidentes pero se llegó a cortar las carreteras de Onda y L’Alcora durante una media hora. También se quemaron neumáticos a la entrada de algunas fábricas. Los piquetes se repitieron en el cambio de turno de las 13.30 horas ante un fuerte despliegue policial. Cabe recordar que Ascer hizo un llamamiento a las autoridades para que garantizaran el derecho a trabajar.

Según Ascer, la convocatoria de la huelga (que se prolonga hasta el jueves) “coincide con la ejecución de un buen número de expedientes de suspensión temporal de empleo a los que las empresas se han visto obligadas a recurrir ante la necesidad de regular su producción dada la gravedad de la situación económica”. Así, minimizaron el impacto de la protesta apuntando también a paros de la producción con motivo del inicio del periodo vacacional. Ascer indicó que hará una valoración al término de los tres días de huelga. En enero hay fijados otros seis días más de paro.

Por la tarde, más de mil trabajadores se manifestaron por el centro de Castellón tras el lema Por un futuro digno del convenio del azulejo, ni un paso atrás. Y es que es la primera vez que se rompe la paz social en el sector por el desacuerdo en la negociación. Los sindicatos no aceptan ningún documento que elimine la ultractividad del convenio ni garantice el mantenimiento del poder adquisitivo en los salarios. Para la patronal, la reducción del coste salarial es indispensable para el mantenimiento de la competitividad de un sector duramente golpeado por la crisis.

En 2007, la industria facturó 4.166 millones de euros. El pasado año cerró con 2.597 millones. El desplome de las ventas se centra en el mercado nacional. Según datos facilitados por Ascer, entre 2007 y 2010 disminuyó en un 60% las ventas de azulejo en España y la caída continúa.

El sector ha fiado su recuperación al mercado internacional. En los nueve primeros meses del año la facturación asciende a 1.579,3 millones, un 10,2% más que el mismo periodo del pasado año. De hecho, si la tendencia prosigue las exportaciones podrían volver a su nivel anterior. Pero para Ascer no se puede tener éxito en el exterior “si competimos con países con costes y umbrales salariales más bajos” y por ello mantiene su propuesta de congelación salarial.

“El mantenimiento de los paros y los comportamientos violentos no hacen sino alejar las posibilidades de reanudar constructivamente la negociación del convenio sectorial”, indicaron ayer. Ambas partes esperan aún poder llegar a un pacto que desconvoque la huelga.