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LUIS EDUARDO AUTE Cantautor

“Estamos gobernados por terroristas financieros”

El autor presentará disco y película el viernes en la sala Arteria Paral.lel

Luis Eduardo Aute.
Luis Eduardo Aute.ALVARO GARCÍA

Tras 46 años de carrera profesional, Luis Eduardo Aute no baja la guardia. Su último trabajo recién editado, El niño que miraba el mar, incluye un cedé con 12 canciones y un DVD con la película de animación El niño y el basilisco realizada totalmente a mano por el propio artista. El próximo viernes, Aute presentará este trabajo en Barcelona, en la sala Arteria Paral.lel.

“Primero se proyecta la película que dura unos 20 minutos y después viene el concierto”, explica. “Como si fueras al cine y proyectaran el cortometraje y después la película. En vez de película, concierto. La película es como una canción más o las canciones son como otras películas más”.

Pregunta. La película y las nuevas canciones están íntimamente ligadas, ¿cómo nació el proyecto?

Respuesta. Salió de casualidad. En el verano antepasado mi hija me hizo una fotografía en el malecón de La Habana mirando al mar. Al verla, recordé otra que me hizo mi padre cuando tenía dos años en el malecón de Manila en 1945. Me quedé sorprendido por la casualidad. De vuelta mis hijos hicieron un montaje con las dos fotos y vi que había un motivo a desarrollar. Lo primero que se me ocurrió fue la película, pero también por accidente. Como en el montaje fotográfico nos veíamos de espaldas, hice un dibujo de los dos de frente y ese dibujo me llevó a hacer más dibujos y de ahí a la animación, pero sin saber adónde iría. Hice un dibujo y después otro,... y a partir de ahí me vino la canción. Seguí dibujando y empezaron a salir las otras.

P. ¿Qué diferencia encuentra entre escribir una canción y hacer una película?

R. Es más complicado hacer canciones porque has de traficar con palabras y las palabras son más puñeteras. Encierran conceptos, has de expresar emociones y reflexiones y ha de tener una estructura. Una canción dura tres minutos y tiene que contar algo. En cambio dibujar es la mejor terapia para cualquier tipo de problema mental, dibujar es una medicina barata, divertida y que cura más.

P. El resultado es más autobiográfico que otras veces.

R. Puede ser porque parte de una foto. Mis canciones no son estrictamente autobiográficas, pero son canciones muy subjetivas relacionadas con mi manera de ver las cosas.

P. Algunos temas del nuevo disco inciden en la actualidad...

R. ¡Qué remedio! Me gustaría hacer canciones menos intensas en ese sentido pero vivimos tiempos en que es muy difícil no ser sensible a todo este horror.

P. ¿El artista debe reflejar esta problemática social en su trabajo?

R. No es que se deba sino que es inevitable, salen así las canciones. Leo el periódico o veo algo y tengo la necesidad de hablar sobre el tema. A veces de repente en vez de reflexionar sobre el momento histórico sale una canción de amor pero muy impregnada de este tiempo que estás viviendo.

P. ¿Cómo lo está viviendo?

R. Como todos, con perplejidad ante esta situación de inseguridad, de vértigo, de amenaza de quedarnos a la intemperie. En este disco profundizo en esa sensación de incertidumbre, de angustia, de no ver alternativas, de no creerte lo que estás viendo y te están contando, de estar ya manifiestamente gobernados por terroristas financieros que son quienes deciden. Desconcierto también porque en las crisis anteriores se podían ver alternativas, ahora más que una crisis es una mutación histórica que está acechando a todo el llamado mundo occidental.

P. En un panorama como este, ¿el basilisco es el que nos puede salvar?

R. Es un animal mitológico al que desde hace mucho le tengo un cierto afecto. Es un bicho perverso, pero me cae simpático. Tal vez por eso de que mata con la mirada y porque llora lágrimas de fuego. Tiene capacidad de llorar aunque luego las lágrimas quemen. Tengo un guión escrito para una peli desde hace muchos años que se llama Las lágrimas del basilisco que nunca se hizo. Aquí el basilisco de alguna forma es el monstruo que todos llevamos dentro y que es consecuencia del paso del tiempo entre otras cosas, uno por pura supervivencia va convirtiéndose en un monstruo. Nos vamos monstruorizando, no existe el verbo, pero...

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