Morata ve insostenible el modelo de institutos tecnológicos actual

El presidente de la Cámara de Valencia, José Vicente Morata, afirmó este miércoles que los institutos tecnológicos son “necesarios y fundamentales”, pero agregó que “tal vez no estén funcionando todo lo que tendrían que funcionar”. Morata consideró que el actual modelo debería revisarse para hacerlo “más efectivo y sostenible” ya que ahora, añadió, no lo son al menos desde el punto de vista económico. Los institutos tecnológicos, una apuesta de la Generalitat que nació en los años ochenta, tienen como objetivo facilitar la llegada de tecnología e innovación a un tejido empresarial que, por su pequeño tamaño tiene difícil hacerlo por sí mismo.

Las declaraciones de Morata se producen después de meses de movilizaciones de los trabajadores de los institutos por la abultada deuda, que supera los 70 millones de euros, que el Consell mantiene con ellos. Como consecuencia, los centros han despedido a parte de sus trabajadores, han reducido salarios y algunos tienen problemas para pagar las nóminas. La relación entre los institutos y su responsable jerárquico, el titular de Economía e Industria, Máximo Buch, ha quedado por otra parte muy deteriorada después de que en una reunión el consejero les reprochara las críticas que se están vertiendo desde los centros hacia el Consell.

Morata se expresó así en la presentación de un encuentro a empresarios de la industria del Espacio Económico del Mediterráneo Español. Una iniciativa que busca sinergias entre distintos territorios del litoral en la estela de la movilización empresarial y social a favor del corredor ferroviario mediterráneo.

Morata, que es además administrador del Banco de Valencia, afirmó desconocer los planes de drástica reducción en oficinas y personal de la entidad en el marco de su adjudicación a La Caixa: “No hay nada de que vaya a cerrar un 90% de sucursales. No ha habido ninguna conversación en esa línea ni se sabe nada”. La sección de CC OO en La Caixa aseguró la semana pasada, sin embargo, que al explicar la operación de compra tanto en el consejo de administración de La Caixa como en el de Caixabank, los responsables de la entidad catalana informaron de que se despedirá a la mitad de la plantilla de Banco de Valencia y se cerrarán nueve de cada 10 oficinas.

Morata insistió en que iría en el interés de La Caixa mantener el nombre y contar con los actuales accionistas de la entidad valenciana.