La protesta contra la privatización de la sanidad ‘abraza’ la Asamblea
Unas 3.000 personas se manifiestan ante el hemiciclo convocadas por el sector sanitario El presidente de la Cámara suspende durante unos minutos la sesión parlamentaria Arranca la tramitación de las cuentas, que incluyen el plan privatizador de la sanidad
Desfilan con las batas blancas, con las cofias de enfermera de cartón en la cabeza, con centenares de pancartas de todos los tamaños con lemas “por la sanidad pública”, con las camisetas de la marea blanca, silbatos, megáfonos y tambores. También hay manifestantes contra el ERE salvaje anunciado en Telemadrid. Miles de personas (3.000, según las estimaciones policiales) han acudido esta tarde a la Asamblea de Madrid para abrazarla durante el primero de los tres plenos previstos para la tramitación de los presupuestos regionales de 2013 y la Ley de Acompañamiento que incluye el plan de privatización de la gestión de seis hospitales y 27 centros de salud.
Mientras los diputados intentaban seguir en la Cámara un pleno que ha tenido que ser interrumpido por las protestas desde la tribuna de visitas, fuera, a unos metros del edificio, gritan y protestan los manifestantes, separados de la sede oficial por un cordón policial que primero ha cerrado una fila de agentes y a los pocos minutos ha sido sustituido por furgonetas aparcadas en fila. Se cuentan más de 50 vehículos y decenas de agentes antidisturbios.
Los manifestantes han acudido convocados por redes sociales y avisados desde los encierros que el personal sanitario protagoniza en ambulatorios y hospitales desde que el Gobierno regional anunció sus nuevos planes para la sanidad madrileña. Hay médicos, vecinos, auxiliares y personal no sanitario. Un peón de mantenimiento del instituto psiquiátrico José Germán de Leganés, según lo han identificado después sus compañeras, ha sido detenido frente a una de las puertas laterales del hemiciclo regional tras saltarse el cordón policial y forcejear con varios agentes. “¡Es mi compañero, va detenido!”, balbuceaba junto a la verja la mujer que lo acompañaba, que ha asegurado que “le habían dado una paliza” mientras intentaban retenerlo entre varios agentes. Ha sido detenido por atentado a la autoridad y desobediencia, según la versión policial.
La mayoría de los concentrados —que pitan cada vez que alguien se asoma a uno de los ventanales de la Asamblea y aplaudían cuando pasaba una ambulancia del 112— ha permanecido en dos de los laterales del edificio oficial, cuya carretera de acceso ha estado cortada al tráfico más de tres horas, hasta las ocho de la tarde. La mayoría del tiempo, miraban y señalaban a la Asamblea, con cánticos como: “Daos la vuelta ahí están los malos”.
Un grupo de periodistas japoneses grababa a los que se han sentado en la primera fila frente al cordón para un documental para una televisión de Tokio. “Quieren hacer un reportaje sobre la crisis española y les ha interesado la privatización de la sanidad madrileña”, ha explicado su traductor. Un grupo de los congregados, una veintena de personas, ha intentado romper el cordón en una vía adyacente, la calle de Romeo y Julieta, situada en la parte trasera de la Cámara, pero unos 40 agentes los han contenido los manifestantes, que les han lanzado huevos.
Al igual que ocurrió con las manifestaciones del 25-S Rodea el Congreso, las concentraciones ante la Asamblea están prohibidas cuando hay actividad parlamentaria. El Código Penal las tipifica si alteran “su normal funcionamiento”. Frente a la Asamblea se ha producido una alteración, al menos, en los tiempos.
El presidente de la Asamblea, José Ignacio Echeverría, ha parado la sesión durante unos minutos poco antes de las siete de la tarde. Ha sido después de que se oyeran protestas y gritos y se desplegaran carteles desde la tribuna de invitados en favor de la sanidad pública. Los diputados de IU se han levantado a aplaudir a los invitados que salían y los del PSM han empezado a golpear sus mesas. Echeverría ha considerado “lamentables” las “interferencias al pleno de fuera y de dentro” y aseguró que era “la primera vez que ocurre así”. Antes de retomar la sesión, ha deseado: “Espero que todos los que estamos aquí reflexionemos”.
Fuera seguían los gritos para reclamar la dimisión del consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty, mientras ondeaban carteles con lemas como “Muchos éramos del PP” (que porta una mujer con bata en la primera fila) o “Entre salud y dinero salud primero”. También otros como "Sanidad 100% pública y de calidad" y "No a la privatización y Entre salud y dinero salud primero". En otra pancarta, una radiografía de una mano haciendo la peineta. Los manifestantes, muchos de ellos de asociaciones de vecinos, cantan "queremos salir en Telemadrid", "que bote que bote sanidad" y "hoy no cobro defiendo tu salud". El grito de guerra era "Lasquetty dimisión", en referencia al consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, quien a su llegada al pleno ha anunciado que iniciará contactos con los responsables de los hospitales públicos para que estos formulen propuestas de ahorro, pero ha señalado que piensa mantener la externalización de servicios, ya que es "necesaria".
“Detente, agente, vas a ser paciente”, han espetado a las fuerzas de seguridad, a los que también responden tras el cordón: “¡Qué pena me da, que otro funcionario me tenga que empujar!”. Diputados de PSM e IU, encabezados por sus portavoces Tomás Gómez y Gregorio Gordo, han salido sobre las seis y media a respaldar a los manifestantes durante el pleno. Gómez ha pedido "la retirada inmediata" del proyecto de presupuestos y ha criticado que "se deje en manos de una sola empresa la sanidad de un millón de madrileños", los que corresponde a los seis hospitales cuya gestión se va a privatizar. "¿Qué ocurre si quiebra esta empresa?", se ha preguntado.
El portavoz del Partido Popular en la Asamblea, Íñigo Henríquez de Luna, ha denunciado a través de su cuenta de Twitter la "coacción" y el intento de "amedrentar" que supone la manifestación ante el Parlamento y ha denunciado la actitud de los parlamentarios socialistas y de IU como "un acto contrario a la democracia". "Hoy es un día negro para la Democracia y un día lamentable", ha añadido.
El consejero de Economía, Enrique Ossorio, ha acusado a la oposición de “apoyar la coacción que se hace al Parlamento desde la calle”. Y ha añadido: “No le interesan las urnas porque saben que no van a ganar ahí”. Tres horas después del inicio de la protesta, ante la Asamblea quedaba un centenar de personas. Las enmiendas a la totalidad de los prespuestos de 2013 (los más restrictivos de la historia, con 2.700 millones menos) han sido rechazadas con la mayoría del PP. El resultado ha sido de 70 noes y 54 a favor.
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