_
_
_
_

De regreso a casa con una empresa en la maleta

Una iniciativa ayuda a inmigrantes a crear proyectos en sus países de origen

Dani Cordero
Danilo Delgado, en Girona.
Danilo Delgado, en Girona.Pere Duran

El camino de regreso a su Colombia natal espera ya a Danilo Delgado. Su empleo se esfumó en 2009, dos años después desapareció su subsidio de paro y dentro de cuatro meses se evaporarán también los 420 euros que percibe como ayuda. “Me vuelvo a mi pueblo”, dice. No hay marcha atrás para este hombre de 53 años. “Para vivir mal aquí me voy a Colombia”, asume, pero subraya: “No puedo irme a hacer nada, quiero pelear por una oportunidad”. El del regreso con la cabeza alta es un pensamiento que tranquiliza al emigrante. La posible etiqueta del fracaso, pese a que “durante años envié dinero para que mis hijos pudieran comer y estudiar”, es un temor que atenaza todavía más en el avión de regreso. Por ello, Delgado ultima la creación de una empresa de alquiler de maquinaria en Buga (Colombia), donde podrán trabajar también sus dos hijos, de 23 y 26 años.

No va solo en ese proyecto personal. Detrás tiene a Rétale, una iniciativa coordinada por la ONG Servei Solidari y apadrinada por un fondo de la ONU, que busca impulsar microempresas en ámbitos rurales de Ecuador y Colombia por parte de emigrantes. “Vemos si el proyecto es viable, trabajamos el plan de negocio y cuando está acabado se busca el dinero para ponerlo en marcha”, explica Inma Martín, una de las técnicas encargadas de la iniciativa. La diferencia en este caso es que las organizaciones que trabajan en España lo hacen en coordinación con otras en los países donde se instalará la empresa para asegurar que los planes puedan realizarse.

El principal obstáculo para conseguirlo sigue siendo el de siempre, la financiación. Delgado asume que no tiene dinero. “Me equivoqué: en 2009 tenía unos ahorros que he ido gastando desde que me quedé sin trabajo. Ya me decían que me volviera entonces, pero yo creía que la cosa mejoraría”. Martín lamenta que no exista ningún programa de microcréditos para financiar empresas de inmigrantes que vuelven a su país.

“Vemos si el proyecto es viable y trabajamos el plan de negocio”

Entre 2004 y 2009 CatalunyaCaixa puso en marcha uno que financió 128 proyectos con 654.500 euros, pero la crisis también acabó con él. Y ahora Rétale depende sobre todo de los créditos que pueden ofrecer entidades colombianas y ecuatorianas, pero con unas condiciones casi draconianas. En Colombia colaboran con una cooperativa que ofrece microcréditos con un tipo de interés que supera el 25%. En Ecuador ese porcentaje se reduce en los préstamos al 12%, pero Rétale espera que se sume a la iniciativa el Banco del Migrante y mejore la oferta. Sin esos recursos muchas iniciativas se pueden quedar colgadas. Como la del ecuatoriano José, que a sus 46 años ha solicitado el regreso voluntario tras más de dos años sin trabajar y quedarse sin permiso de residencia en España.

A la espera de que pueda volver a su país —le dicen que dadas sus circunstancias (no tiene ingreso) podría tener billete en febrero—, también elabora un proyecto para abrir una carpintería en Quito. Desde que en 2010 perdió su trabajo ha ido agotando sus ahorros hasta quedarse con “absolutamente nada”. Y ahora necesita de una inversión de 12.000 dólares (9.223 euros). Una parte “me la prestarían mis padres”, dice, pero necesita crédito.

El suyo forma parte del perfil de personas interesadas en entrar en Rétale: mayores de 35 años, con diez años en España y en paro o que lo ven cerca. Una excepción a esa regla es Jimena Uribe, que de momento no tiene intención de dejar España, donde vive con su familia. Puso en marcha su empresa de artesanía, Festivanima, en Colombia y la continuó en España cuando se vino a vivir. “Tengo clientes que me piden que vaya allí y yo quiero volver a hacerlo en Bogotá, así que convertiré mi pequeña empresa en una multinacional”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Dani Cordero
Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'. 

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_