“El PSOE sufre una esquizofrenia por no romper con la gestión anterior”
"Que no haya dictamen significa que no se señala a nadie, pero tampoco se exime a nadie"
Ignacio García (Logroño, 1956) ha admitido sin tapujos que siente “vergüenza” por el fracaso de la comisión que ha presidido sobre el fraude de los ERE, cerrada en falso esta semana. Muy crítico tras la decepción sufrida, el diputado de Izquierda Unida reconoce “la distancia” entre los ciudadanos y los políticos. No se muerde la lengua y acusa a su socio de Gobierno, el PSOE, de sufrir una “esquizofrenia” por no querer romper con la anterior gestión, plagada de irregularidades en la Consejería de Empleo. “Temo que los Reyes nos traigan algo de carbón, merecido”, ironiza.
Pregunta. Vaya papelón el de la comisión…
Respuesta. Ha sido todo menos satisfactorio. Debe servir por lo menos para saber lo que no puede ser una comisión de investigación. No puede ser un trámite para justificar un dictamen escrito a priori. Esa es la cultura que hay que cambiar. A las comisiones hay que acudir con un cierto criterio de independencia sin renunciar a ser tú mismo y lo que representas, pero con un criterio de apertura para apreciar lo que va saliendo.
P. Dada la estructura actual de los partidos es casi imposible…
R. No es imposible. El problema tiene que ver con la cultura de los partidos políticos. Pero no todos los partidos son iguales, en algunos hay más debate interno que en otros. Todos los partidos no son iguales.
P. ¿Fue la falta de táctica el principal error de IU?
R. No acierto a ver un problema de falta de táctica. IU fue a las claras y con honestidad desde el principio. Y se ha encontrado con que estaba sola en una isla.
Al PP le interesa ahora en Andalucía hacer cuanto más daño, mejor
P. El PSOE aparece como el ganador en la sombra.
R. No puede salir como ganador porque no puede presumir de que haya dictamen. Y esto significa que no se señala a nadie con el dedo, pero tampoco se exime a nadie. Eso no es bueno para el PSOE. Estamos como estábamos, con las mismas dudas del principio. El PSOE ha perdido una magnífica oportunidad de demostrar que el nuevo Gobierno y su discurso, bastante de izquierdas e incluso con cierto contenido radical, es diferente del de la legislatura anterior. Eso se compadece muy mal con esta actitud en la comisión. Es decir, hay una especie de esquizofrenia en el PSOE. Por un lado se presenta como muy radical, solo en el discurso, pero por otro se une con un yugo a los Gobiernos anteriores, a las prácticas anteriores. Ha perdido una tremenda oportunidad.
P. Da la impresión de que la clase política está cada vez a más galaxias de la gente corriente y sus problemas.
R. Sí, sí, comparto que la sociedad tenga esa percepción. No tanto por lo de los ERE, que es una gota más que llena el vaso, sino por la falta de soluciones a la situación de sufrimiento a la gente. Hoy mismo están los MIR en la puerta \[del Parlamento\] y los desahuciados no encuentran soluciones en el decreto ley del Gobierno. Y eso es lo que nos aleja. Situaciones como esta de los ERE no contribuyen. Y pretender salvar esa distancia con un día de puertas abiertas es ridículo.
Estamos como estábamos, con las mismas dudas que al principio
P. Pero más allá de la economía, debe haber una solución para ese desapego ciudadano.
R. Hay un cierto distanciamiento entre las personas que ejercemos la política y la calle. Esto responde a un entramado que se ha gestado durante mucho tiempo. Quien ha tenido el poder ha cedido cuantiosas porciones de soberanía del pueblo. El culmen fue la reforma constitucional, que pone por delante de las necesidades del pueblo el pago a la deuda de los bancos. Esa cesión de soberanía se traduce en un margen de maniobra cada vez más pequeño, especialmente en las autonomías. Que el 85% de tus ingresos dependan de fuera, te ata las manos.
P. ¿Es solo una intuición o hay motivos para sospechar un acuerdo entre el PSOE y el PP?
R. No creo que alguien del PSOE haya llamado a alguien importante del PP para decir ‘vamos a cargarnos esto’. Pero sí es cierto que ha habido una coincidencia de intereses objetiva. Al PSOE, sorprendentemente, no le ha interesado o no ha querido librarse de este lastre del pasado, y al PP le interesa en este momento en Andalucía hacer cuanto más daño mejor. Es demasiado cínico que el PP haya pedido 135 comparecencias y sin límite de tiempo, y en Madrid bloqueen la comparecencia de la alcaldesa y técnicos para acabar en tres días.
P. La principal diferencia entre IU y PP es la falta de pruebas que impliquen a la cúpula de la Junta.
R. El PP en su dictamen ha abusado de la expresión ‘ha quedado probado’. Mire usted, no ha quedado probado. Una prueba es que aparezca un documento que implique a Griñán o a Chaves, o que haya un testimonio o dos contrastados, y que directamente les impliquen. Eso, objetivamente, no ha ocurrido en el seno de la comisión. La propuesta de dictamen se ha leído muy parcialmente. Ahí había conclusiones sobre la actuación del Gobierno. Basado en hechos objetivos y muy significativo. No en vano, el PSOE y el PP han coincidido en cargárselo.
P. ¿Qué falta para mejorar la salud democrática andaluza?
R. En este momento hay que reflexionar. Hace falta reflexión para romper la distancia entre las instituciones y la gente. Pediría para todos los ciudadanos una mayor involucración en la política. No se puede prescindir de la política y de las instituciones, aunque haya que darles una vuelta completa. Un diputado no puede ser una máquina de votar, tiene que tener su reflexión.
No se puede prescindir de la política y de las instituciones, aunque haya que darles una vuelta completa
P. ¿Podría estar detrás del poco empuje del PSOE en la comisión que la juez Mercedes Alaya haya señalado a Griñán en alguno de sus autos?
R. No me consta que Griñán esté imputado, sino señalado. No creo que fuera la razón, porque si así fuera, me parecería una torpeza tremenda. Haber estado mirando de reojo al juzgado es una torpeza que ha hecho el PP. No sé qué gana el PSOE con hacer lo mismo.
P. ¿Cuando elaboraron las conclusiones pensaron que los comparecientes podían haber sido más?
R. Podía haber sido mayor, eterno y una reproducción del sumario judicial. Pero no creo que fuese razonable. Pero con los comparecientes y la documentación hay elementos suficientes para conocer un relato representativo y coherente de los hechos.
P. Si estuviera aquí sentada la juez Alaya ¿qué le diría?
R. (Sonríe) No sabría qué decirle. Depende de la situación. Tendría que reconocer que tiene un trabajo muy difícil. Sería presuntuoso que yo le recomendara nada. Ella tiene muchos más medios que los de la comisión. Son campos distintos.
P. ¿Sería una solución incluir en las comisiones miembros independientes?
R. Eso no sería una comisión de investigación, sino de expertos. Una especie de tribunal paralelo. Porque tendríamos el problema de quién elige a los expertos. Es más lógico que sea la gente elegida por el pueblo. Otra cosa es que esas comisiones se asesoren lo más posible para no ser osados en el pronunciamiento y análisis de una serie de hechos.
P. ¿Le quedan ganas de repetir comisiones de investigación?
R. En este momento prefiero no contestar. Esta es la cuarta comisión de investigación que presido y nunca ha pasado eso. Nunca ha habido tanta cerrazón a obtener un dictamen.
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