El señor de las bicicletas
Joan Herrera fue el primer candidato, en 2010, que hizo público su patrimonio El líder de ICV sueña con liderar la alternativa de izquierdas, capitanear una Syriza catalana
Un piso en la Rambla del Poblenou -con una hipoteca de casi 58.000 euros pendientes-, un Renault Scénic, dos bicicletas (con sillita infantil) y 27.000 euros en depósitos a plazo fijo. Este es, a grandes rasgos, el patrimonio de Joan Herrera, cabeza de lista de la coalición que conforman Iniciativa per Catalunya y Esquerra Unida i Alternativa (ICV-EUiA) para estas elecciones al Parlament.
La descripción viene a cuenta no porque lo que se tenga materialmente defina al personaje. La lista del patrimonio importa porque Herrera fue el primer candidato que decidió hacerla pública en las pasadas elecciones, un gesto en beneficio de la transparencia de los políticos. Los otros candidatos, el entonces presidente de la Generalitat, José Montilla, y Artur Mas lo tuvieron que hacer. Para esta contienda electoral lo volvió a repetir, aunque no hubo tanta polémica. Estrategia pero también un detalle que permite entender la manera de hacer política del único de los ahora candidatos que llegan en bicicleta al Parlament.
Joan Herrera Torres nació en 1971 en el barrio de Selva de Mar, en el distrito de Sant Martí de Barcelona, en el seno de una familia trabajadora. Él mismo se define como “cruzado”, identitariamente hablando, eso sí, “más catalán que español”, según respondió a preguntas de estudiantes de la Universitat de Barcelona (UB) la semana pasada. Pasó por la escuela Ton i Guida del barrio de Roquetes –donde asegura que movilizó a sus compañeros para quejarse por la comida que les servían- y después al instituto Joan d’Austria, en la Verneda. Es del Barça, pero en su corazón también está el Club Esportiu Júpiter, del Poble Nou. "En Tercera, y vamos últimos", siempre explica. Su padre siempre fue cercano al PSUC.
El líder ecosocialista se licenció en Derecho de la UB, y es especialista en Derecho Urbanístico y Ambiental por la Universidad Pompeu i Fabra. Su llegada a la política fue en 1991, cuando se afilió a la organización de ICV del barrio del Besòs. Nueve años después, asumió el rol de portavoz y responsable de movimientos sociales. En 2004 llegó al Congreso de los Diputados y estuvo en Madrid hasta que tomó el relevo de la ICV-EUiA que salía maltrecha tras el tripartito. Desde 2008 es el secretario general del partido.
Es padre de un hijo, Lluc, y vive con su pareja, Sonia. Lluc va a los grandes actos de campaña, aunque siempre de una manera discreta. De camino al cole, ya ha hablado con su hijo de Gandhi, al pasar por el jardín en honor al líder de la India que hay camino de la escuela. Herrera le enseña a poner las manos juntas y a inclinar la cabeza mientras dice "paz", en el característico gesto del pacifista. Herrera tiene fama de ser un poco soso y de pocos chistes. El último día de campaña se negó a subir a bailar en el escenario porque, según sus palabras, “aun tengo sentido del ridículo”.
En vistas a las elecciones de hoy, espera liderar la alternativa de izquierdas. Una Syriza catalana. Por lo pronto, el estatus de "jefe de la oposición" ya se lo ha dado el propio Artur Mas, a quien Herrera no ha dejado de tildar de insensible ante el sufrimiento de los ciudadanos que sufren el rigor de los recortes sociales. Herrera y su formación, que esperan mejorar los diez escaños actuales, miran ahora a las urnas.
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