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ALBERT RIVERA CANDIDATO DE CIUTADANS

“Pujol tapaba la corrupción con la ‘senyera’; Mas con la ‘estelada”

Por tercera vez candidato, Rivera ahora habla más de corrupción y de los problemas del sistema bancario, que de política lingüística

Miquel Noguer
El candidato de Ciutadans a la Generalitat, Albert Rivera.
El candidato de Ciutadans a la Generalitat, Albert Rivera.MASSIMILIANO MINOCRI

Albert Rivera aspira a que Ciutadans sea uno de los partidos más beneficiados por la ofensiva soberanista de Artur Mas y conseguir hasta seis escaños en el Parlament, el doble de los que tiene ahora. Candidato por tercera vez, Rivera ha optado por abrir el contenido de su programa, antes monopolizado por los ataques a la política lingüística de la Generalitat. Ahora habla más de corrupción y de los problemas del sistema bancario.

Pregunta. ¿Era usted tan crítico con las entidades financieras cuando trabajaba para La Caixa?

Respuesta. Cuando trabajaba en La Caixa era la época de las vacas gordas… y yo era un simple trabajador de una empresa de 23.000 empleados en un momento en el que nunca habría imaginado que casi todas las cajas quebrarían o que los políticos meterían el hocico en ellas.

La ‘partitocracia’ desmonta todo aquello en lo que mete el hocico”

P. ¿Ciutadans habría gestionado mejor las cajas?

R. No me gusta hacer política ficción, pero en el futuro creo que los partidos no deben estar ni en las cajas ni en las televisiones públicas ni en la justicia. Porque la partitocracia desmonta todo aquello en lo que mete el hocico. Necesitamos que la sociedad civil se organice y que los partidos estén en el poder legislativo, que no es poco.

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P. Habla usted como si Ciutadans no fuera un partido y usted no fuera político.

Hay que cerrar el modelo territorial de España y definir las competencias”

R. No, Ciutadans es un partido político, pero lo que no puede ser es que los ciudadanos o las Administraciones estén al servicio de los partidos. Lo que se carga la política es un sistema en el que solo mandan las cúpulas de los partidos. Ahí está el origen de los problemas de Cataluña y España.

P. Un partido como el suyo, que aboga por la regeneración democrática, ¿por qué considera tan malo que los catalanes voten sobre la autodeterminación?

R. No es necesariamente malo, pero no se puede vulnerar el orden democrático. En este caso lo que se debería hacer es llevar la propuesta del referéndum a las Cortes. Eso es lo que debería hacer el señor Duran i Lleida. Ir al Congreso, decir que es independentista, cosa que allí nunca dice, y proponer el referéndum. Debería hacer esto en lugar de dedicarse a negociar enmiendas para lobbies o concesionarios de autopista, o indultos para condenados del caso Treball. Lo que me molesta es que CiU haga trampas y lleve al Parlamento un debate sobre algo que esta Cámara no tiene competencias.

P. Asocia independencia a fractura. ¿No se podría llegar a la independencia sin traumas?

R. Cuando se levantan fronteras y se le cambia el pasaporte a la gente siempre hay fractura. El simple hecho de plantear la secesión ya hace que empresas se replanteen su presencia aquí. Lo que no pueden decir los nacionalistas es que con la independencia se acabaría la crisis.

P. Otros dicen lo contrario con argumentos igual de ambiguos.

R. Quizás lo dice el PP. Yo digo que España se tiene que reformar y también hay cosas que no me gustan en Cataluña, como que quiten el impuesto de sucesiones a las grandes fortunas o que hagan pagar el euro por receta o dos euros para comer con la fiambrera en la escuela. Y sobre todo que hagan todo esto mientras mantienen en Cataluña hasta seis niveles administrativos.

P. ¿Qué debería reformarse en España para resolver el problema territorial catalán?

R. España pasó de una dictadura a un sistema de partidos muy cerrado. Ahora se tiene que dar más poder a los ciudadanos. En la cuestión territorial lo que hay que hacer es cerrar el modelo y definir las competencias. Estado y comunidades deberían tener un modelo cerrado, cada una con sus competencias y su financiación y con una hacienda compartida. En definitiva, un modelo descentralizado pero cooperativo.

P. Ha habido casos de corrupción en Cataluña que no han producido grandes cambios políticos. ¿Cree que los catalanes son más tolerantes con la corrupción que en otras partes?

R. Los ciudadanos españoles en general están resignados con la corrupción. Creen que la corrupción es intrínseca a la política. Tenemos que trabajar mucho todo esto. El mal llamado oasis catalán ha colaborado a que nos enteremos menos de lo que ocurre. A través de los medios públicos o subvencionados de Cataluña es imposible enterarse de lo que pasa en el caso de las ITV o de los escándalos sanitarios. Más que tolerancia aquí hay un cierre. Ocurre lo que pasó con Pujol y el caso Banca Catalana. Convergència está volviendo a tapar la corrupción. Pujol la tapaba con la senyera y Mas lo hace con la estelada.

P. ¿Cómo se combate la corrupción? ¿Limitación de mandatos?

R. Por ejemplo proponemos que los cargos ejecutivos tengan un tope de dos legislaturas. Esto ayuda a combatir el clientelismo.

P. ¿Y Usted se presentará por cuarta vez?

R. No lo sé. Yo llevo cinco años y medio en el Parlamento y son las terceras elecciones a las que voy. Lo que no es normal es que haya elecciones cada dos años.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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