Los esfuerzos para el fracaso
La situación laboral y el desestimiento de las centrales mayoritarias diluyen la movilización
El fracaso de la huelga general en Euskadi va cogiendo cuerpo a medida que avanza el día. Los datos ofrecidos por las tres patronales, así como los del propio Gobierno vasco, desvelan un pírrico seguimiento que avala una suerte anunciada desde que se conoció el desafecto de las centrales mayoritarias, ELA y LAB. Estas dos centrales nacionalistas entienden que el ámbito de la convocatoria supera el suyo, más allá de la crítica situación económica que también afecta a la realidad vasca y que ayer conoció otra nueva caída del empleo. El País Vasco vive con absoluta normalidad la jornada de paro del 14-N y solo se espera que las manifestaciones de esta tarde, con una presencia anunciada de varias asociaciones sociales, recuerden que se asiste a una movilización en contra de las políticas económicas y de los recortes aplicados en áreas sustanciales como la sanidad y la educación.
Al escaso seguimiento de la huelga ha contribuido en Euskadi también la preocupación laboral que no entiende este tipo de convocatorias en la actual situación, aunque se insiste en la necesidad de evidenciar el descontento social por la situación derivada de las políticas liberales. En algunas empresas, como Formica, ubicada en Galdakao (Bizkaia), y que tiene amenazado su futuro por la aplicación de un ERE de extinción de la inmensa mayoría de sus puestos de trabajo, se lamenta el retraso en la reacción contra la aplicación de la reforma laboral. La huelga de hoy ha venido a coincidir con la que mantienen varios turnos de sus trabajadores en el interior de la fábrica.
El diputado general de Bizkaia no entiende una huelga "donde peor van las cosas"
Desde las instituciones vascas tampoco se ha comprendido que la huelga sea una reacción contra la precariedad económica. El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, lo acaba de decir al término de una rueda de prensa en la que ha presentado la propuesta foral sobre el Impuesto de Patrimonio. A Bilbao le produce una "sensación extraña" que "donde peor van las cosas" desde el punto de vista económico se convoque una huelga general y se pierdan "millones de horas de trabajo". El diputado general precisó la diferencia entre la convocatoria de huelga y de "movilizaciones", en países como Francia, Alemania,Dinamarca o Reino Unido. "Donde peor van las cosas se pueden perder millones de horas de trabajo. Otros no hacen esas cosas, convocan movilizaciones pero después de trabajar", ha añadido.
Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, asegura que CC OO y UGT tienen derecho a convocar huelga, pero el máximo representante del Gobierno central, Mariano Rajoy, "la obligación" de adoptar "medidas difíciles" contra la crisis económica. El líder de los populares vascos se ha referido, de esta manera, a la huelga general de hoy.
En cambio, desde el PSE-EE, su portavoz, José Antonio Pastor, ha pedido al Gobierno del PP "un cambio drástico de su política económica" que "lleva al desastre económico, a la ruina y a la pérdida de todos los derechos". Además, ha lamentado que las centrales nacionalistas ELA y LAB no se hayan sumado a la huelga de este 14 de noviembre. En declaraciones previa a la manifestación convocada en Bilbao con motivo de la huelga general, Pastor ha afirmado que los socialistas han tomado "la decisión novedosa políticamente" de apoyar, "hoy sí", la convoctoria de paro realizada por los sindicatos.
Mientras, los sindicatos convocantes ya sabían de antemano que luchaban contra un muro para sacar adelante con mínimo éxito su movilización. Desde que conocieron el posicionamiento de ELA y LAB, sabían que el empeño estaba condenado al fracaso, aunque se han esfrozado en buscar puntos estratégicos que aporten una respuesta significativa a la convocatoria. Destacan la situación de paro total en el Puerto de Bilbao, donde se mantiene un conflicto con los transportistas, y en empresas como Astilleros Zamakona, en Santurtzi (Bizkaia), que se encontraban totalmente paralizados pasadas las siete de la mañana. En Tuvisa, la actividad se ha reducido hasta el 30 % que establecen los servicios mínimos del Gobierno vasco, en Sidenor de la localidad vizcaína de Basauri se trabaja al 50 %. A partir de ahí, y salvo contadas excepciones, el peso del rechazo nacionalista se ha impuesto. Eso sí, tampoco el 26-S, las centrales mayoritarias consiguieron sacar adelante con éxito su llamamiento a la huelga general.
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