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Mata a su esposa y quema la casa antes de ahorcarse

La principal hipótesis de los investigadores es que se trata de un crimen machista

Mató a su esposa, le prendió fuego a la casa que compartían y luego se ahorcó. Sucedió en Sedes, en la zona rural de Narón. Arturo López García, de 73 años, acabó supuestamente con la vida de su mujer, Marisol Aller Sánchez, de 63, y luego se suicidó con una cuerda en el alpendre. Los cadáveres fueron hallados ayer por la mañana. Los investigadores creen que el matrimonio llevaba muerto varios días sin que nadie se hubiera percatado hasta que un vecino se extrañó al notar que faltaba Marisol en la casa, una vivienda modesta de planta baja.

El matrimonio no se llevaba bien y sus desavencias eran comentadas en la vecindad. Se habían denunciado el uno al otro por temas doméstico: ella muchas veces a él y él alguna vez a ella porque no le permitía entrar en la casa a recoger sus pertenencias y otras situaciones parecidas. La pareja estaba en vías de separación pero, según fuentes policiales, no había denuncias previas por violencia de género. El cuerpo de la mujer apareció en la casa parcialmente calcinado y el de su marido y presunto asesino, también tenía importantes quemaduras sobre todo en las manos. Después de matar a su esposa, Arturo habría prendido fuego a la vivienda antes de matarse en una horca rudimentaria en un galpón de la finca.

Segundo crimen

La brigada de la policía judicial de la comisaría de la Policía Nacional de Narón-Ferrol se ocupa de la investigación y la instrucción a recaído en el juzgado número 1 de la ciudad. La policía acordonó las inmediaciones de la finca donde se perpetró el crimen y la jueza de guardia autorizó el levantamiento de los dos cadáveres a primera hora de la tarde.

Se trata del segundo crimen machista cometido en Narón en poco más de cuatro meses. El 25 de junio, Óscar Ferreño, un narcotraficante local con una orden de alejamiento en vigor, esperó a su exnovia en la puerta de su piso de Xuvia, y la degolló a plena luz del día con un cuchillo. Iria García Bouza, de 28 años, murió desangrada en la calle. Cuatro días antes, ella le había denunciado por amenazas y allanamiento de morada. El juicio se celebró cuando la joven ya había muerto. Ferreño admitió el asesinato y espera el juicio en prisión. La corporación naronesa celebrará una concentración en repulsa por el crimen de Sedes.

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