Albert Rivera pide acabar con la “extorsión” de CiU a los empresarios
El líder de Ciutadans denuncia que la empresa "tenga que pasar por caja para obtener concesiones”
“El gobierno de los mejores ha fracasado”. Con esta frase, con la que ha abierto su intervención en el Fórum de Nueva Economía, Albert Rivera, presidente de Ciutadans (C’s), ha definido la gestión de Artur Mas durante esta última legislatura. Rivera ha repasado los datos más negativos de los dos últimos años en Cataluña, entre los que ha destacado el incremento de 228.000 parados, las 15.000 empresas cerradas, el aumento en un 42% de listas las de espera en los hospitales públicos y la deuda que asciende a los 44.000 millones de euros, a los que hay que sumar los 5.023 millones pedidos al Fondo de Liquidez Autonómica y la ampliación de 410 millones pedida el pasado 11 de octubre.
En un discurso en clave económica, el líder de C’s ha pedido poner fin a la “extorsión” del Gobierno de CiU a los empresarios y ha denunciado que estos “tengan que pasar caja para obtener concesiones”. Con estas palabras, Rivera se ha referido, aunque de forma fugaz, a los casos de corrupción que han salpicado en los últimos años a Convergència i Unió (CiU), especialmente la llamada crisis del 3%, el escándalo por la trama de concesión de ITV y el saqueo del Palau de la Música. En este sentido, ha recordado que Convergència Democràtica (CDC) tuvo que hacer frente a una fianza millonaria como partícipe a título lucrativo en el expolio del Palau.
Rivera se ha postulado como defensor de la unión entre España y Cataluña y ha recordado que “una España plural no es una España fragmentada”. Desde Ciutadans apuestan por un modelo de estado federalista, pero exento de duplicidades y basado en “la cooperación, la autonomía y la lealtad constitucional”. Para el jefe de filas del partido, la solución no es “envolverse en la estelada y cambiar de pasaporte”, sino el diálogo, algo que, considera, no ha promovido Mariano Rajoy, a quien ha acusado de “esconderse bajo la mesa”. También le ha recriminado al Presidente de Gobierno su falta de interés por los problemas de Cataluña: “Estamos desamparados, parece que no vaya con ellos”, ha lamentado Rivera.
Aun así, el grueso de su intervención ha girado alrededor de la economía, pero siempre en relación con las aspiraciones independentistas. El líder de Ciutadans ha intentado desmitificar que las balanzas fiscales y comerciales entre Cataluña y España perjudiquen a la primera y ha propuesto publicar nuevas cifras para demostrarlo: “Frente a la manipulación lo mejor es la transparencia”. También ha lanzado un dardo a Mas, a quien ha culpado de dar prioridad a los asuntos identitarios sobre los problemas económicos: “Las empresas no viven de Ítaca y de épica, sino de ganar dinero”, ha ironizado.
Rivera ha animado a la población catalana a pronunciarse y a no tener miedo ahora que “no estar a favor de la independencia parece sinónimo de ser mal catalán”. Además, ha vuelto a insistir en la necesidad de debatir el posible referéndum sobre autodeterminación en las Cortes Generales, y no en el Parlament de Cataluña. “Tomar atajos antidemocráticos es hacer trampas”, ha dicho.
Para frenarle los pies a Mas en su cruzada soberanista, el líder de Ciutadans ha confesado que no tendrá “complejos” para buscar votos entre el electorado progresista del PSC, e incluso del PP, descontento con la reacción de sus partidos. Indignado por la convocatoria adelantada de elecciones, ha prometido que, si el presidente de CiU no consigue una mayoría absoluta o cambia de manera sustancial el dibujo político actual propondrá una moción de censura. “No puede poner todo patas arriba por simple interés electoral”, ha denunciado Albert Rivera.
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