Desarticulado un grupo de aluniceros sospechoso de 70 robos

Adán Silveira Palacios, un conocido alunicero de Villa de Vallecas, se encuentra en prisión preventiva desde la semana pasada, cuando fue detenido por la Guardia Civil de Madrid acusado de cometer junto con su banda 27 robos con fuerza, la mayoría alunizajes, y de haber sustraído una treintena de coches de lujo además de otros delitos. Además de Silveira, han sido detenidos otros siete presuntos miembros de su grupo de ladrones.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha felicitado a los agentes por esta esta operación, que ha dejado fuera de la circulación a un grupo que había causado “importantes pérdidas y perjuicios económicos”.

La investigación comenzó hace unos tres meses cuando Silveira salió de la prisión preventiva tras haber sido detenido este mismo año y cometió, supuestamente, un robo en un restaurante de Majadahonda. A partir de ahí, la Guardia Civil centró sus pesquisas en este individuo, cuya especialidad son las tiendas de telefonía móvil y de ropa de lujo. Los agentes le vigilaron y pusieron en marcha la llamada Operación Troya.

“Se trata de un grupo muy activo, muy estructurado con un complejo entramado en el que cada uno tenía unas funciones muy específicas”, ha declarado Cifuentes. Entre los ocho detenidos, seis son muy activos. Los otros dos son un receptador —persona que adquiere la mercancía a sabiendas que es robada— y un colaborador que daba salida a los productos sustraídos. Entre todos ellos suman más de un centenar de antecedentes policiales.

Algo que caracterizaba a esta banda eran sus “noches temáticas”, según ha descrito el teniente coronel de la Comandancia de Madrid, José Eduardo Gómez. Consistían en robar coches a destajo durante dos noches seguidas o perpetrar asaltos a tiendas mediante el método del alunizaje o a mazazos.

Los investigadores han decomisado una treintena de vehículos de alta gama que habían sido sustraídos. “Se les imputan robos en tiendas de lujo como Loewe, Ducati, Guess… les interesaban los complementos, los bolsos, las gafas y la telefonía móvil”, ha añadido el teniente coronel.

Para dar salida a las mercancías se distribuían el botín en función de la responsabilidad dentro de la organización. Muchas veces se lo pasaban a peristas o receptadores ya conocidos, también funcionaba el boca a boca o los canalizaban por redes prefijadas a nivel internacional.

Los detenidos también están acusados de falsedad documental (duplicaban las matrículas de los vehículos sustraídos) blanqueo de capitales y receptación. El teniente coronel Gómez ha explicado que las investigaciones se centraran ahora en ver el patrimonio de que disponía la banda. “Este grupo se caracterizaba también por su peligrosidad en caso de ser descubierto por la policía y por su voracidad. Podrían cometer tres o cuatro robo en una sola noche”, ha destacado el mando de la Guardia Civil.