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Griñán marca el paso al PSOE federal

La “falta de receptividad” del grupo socialista del Congreso a las propuestas andaluzas causa malestar en la sede de San Vicente

Lourdes Lucio
Manuel Chaves, Mario Jiménez, Gregorio Cámara y Carmen Calvo, en la primera reunión del grupo de trabajo sobre el modelo federal.
Manuel Chaves, Mario Jiménez, Gregorio Cámara y Carmen Calvo, en la primera reunión del grupo de trabajo sobre el modelo federal.García-Santos

Cuando el PSOE perdió el Gobierno central tras las elecciones generales de 1996, desde Andalucía se diseñó una estrategia para liderar la oposición al popular José María Aznar. El entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, ordenó a los suyos marcar la pauta a todo el partido, ocupar el vacío enorme que dejó la marcha de Felipe González hasta que llegó José Luis Rodríguez Zapatero. La situación ahora es parecida, aunque la brutal crisis económica y, por lo tanto, la caída de ingresos, no le permite a la Junta poner en circulación medidas de contraste novedosas con las de Rajoy.

Tampoco están ya las cajas de ahorros que, en aquella época, adelantaban el dinero a la Junta, lo que facilitaba a la Administración autonómica sortear la política de asfixia financiera diseñada desde la Moncloa. No obstante, el Gobierno de coalición PSOE-IU que preside José Antonio Griñán mantiene iniciativas como la del reparto gratuito de libros escolares, la prestación sanitaria a los inmigrantes o rebajar salarios en vez de despidos. Su propuesta estrella para los Presupuestos de 2013 es la de facilitar una renta de subsistencia a personas que no tienen ningún ingreso y han agotado sus prestaciones.

De nuevo ahora, el PSOE de Andalucía quiere marcar el paso a su dirección federal. Reclama un mayor protagonismo y pretende además que se reconozca ese papel. Quieren “fortalecer” la posición de la dirección federal, como han proclamado esta semana el vicesecretario general andaluz, Mario Jiménez, y el líder de los socialistas valenciano, Ximo Puig.Este se sumó a las declaraciones del andaluz acerca de que echaba “de menos más profundidad, más ritmo y una respuesta más ágil del PSOE al momento que vive España”.

Al secretario federal del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no le sentaron nada bien estas declaraciones porque, según aseguran varias fuentes, cree que lo que se esconde detrás de ellas es un cuestionamiento a su liderazgo, conseguido hace ocho meses en el congreso federal de Sevilla. Tanto Jiménez como Puig se esforzaron mucho el pasado miércoles en negar que estuvieran planteando una enmienda a la totalidad pero, como dice un parlamentario, “esas cosas nunca pasan por casualidad”. Todos están pendientes de lo que pueda ocurrir en el PSOE si este partido no logra levantar cabeza en las elecciones autonómicas vascas y gallegas de hoy y las catalanas de noviembre. Y muchos van a mirar a Andalucía, entonces. Desde la ejecutiva regional se afirma ante esa percepción: “No hay ningún movimiento ni organizado ni organizándose”.

"No hay ningún movimiento ni organizado ni organizándose", dice un dirigente regional 

Lo que ha verbalizado el número dos de la ejecutiva regional es algo muy compartido por otras federaciones y muchos dirigentes, tanto los que le apoyaron en su carrera a la secretaría general como los que apostaron por Carme Chacón. “Rubalcaba está en la coyuntura, no termina de construir un discurso de una alternativa para España ante la crisis”, admite un diputado en el Congreso que lo apoyó en la pelea por el liderazgo del partido. “A Rubalcaba le está costando levantar el vuelo y en una situación de falta de credibilidad del proyecto, eso debilita a la dirección”, opina otro dirigente.

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Un tercero apostilla: “Las cosas a nivel nacional no se están haciendo bien y la opinión de que es necesaria más agilidad es muy compartida”. José Antonio Pérez Tapia, de la corriente Izquierda Socialista, afirma sobre la oposición del PSOE: “La ciudadanía no percibe posiciones claras, sino muy tímidas y por detrás de los acontecimientos. No es por demérito de Rubalcaba sino por las circunstancias actuales y anteriores”. Este dirigente, que forma parte del grupo de expertos creado por Griñán para articular una propuesta andaluza sobre el modelo federal, echa en falta foros de debates internos en el PSOE donde se genere “un debate con contenido político en todo el partido con propuestas más concretas”. Se suponía que la Conferencia Política prevista por la dirección federal iba a servir de catalizador de propuestas, pero esta se ha retrasado hasta febrero de 2013.

En estas circunstancias, la “poca oposición” a las políticas de Mariano Rajoy, en opinión de una de las fuentes consultadas, la está liderando Griñán. Pese a que el PSOE obtuvo en las elecciones autonómicas el peor resultado de su historia y fue superado por primera vez por el PP, la coalición de gobierno con IU ha permitido a los socialistas andaluces seguir siendo el principal referente de todo el PSOE. Griñán ha acotado los espacios de discrepancia con Rajoy en los asuntos ideológicos (educación, sanidad, asuntos sociales) y mantiene abierta una línea de entendimiento respecto a la contención del déficit. Ahora quiere que el grupo parlamentario socialista del Congreso defienda con uñas y dientes demandas específicas de Andalucía en el debate de los Presupuestos Generales del Estado, aunque algunos socialistas andaluces denuncian “falta de receptividad” por parte de la dirección del grupo, lo que irrita a la dirección regional.

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