La oposición da plantón a Trias con los presupuestos y las tasas
El alcalde dice que no descarta prorrogar las cuentas del Ayuntamiento
Xavier Trias (CiU) mencionó a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, durante su discurso en el consejo nacional de Convergència del pasado domingo. Los silbidos no se hicieron esperar. “No la liéis más que aún tengo que aprobar los presupuestos”, aseguró el alcalde de Barcelona. La broma no es baladí. Ayer, durante la Comisión de Economía, el gobierno que preside Trias se chocó una vez más contra la realidad de su minoría, después de no poder encontrar ningún apoyo para aprobar las ordenanzas fiscales y el rechazo en bloque de la oposición al proyecto de presupuestos. En una entrevista en Ràdio 3, el alcalde dijo: “No es fácil aprobar las cuentas y no descarto una prórroga”.
El Ayuntamiento necesita aprobar las ordenanzas fiscales, es decir, el precio de las tasas a partir del próximo 1 de enero y que le permiten obtener recursos, como el IBI. De acuerdo con esos ingresos —que se complementan con los precios públicos y las transferencias de otras Administraciones— realiza una propuesta de presupuestos municipales.
En la comisión de ayer se tenía que dar el visto bueno a las ordenanzas fiscales, que después se han de votar definitivamente en el pleno del día 26. Y el proyecto de cuentas se mostraba como informe, es decir, no se sometía a aprobación inicial. Con esta manera sui géneris de plantear el debate —el anterior gobierno ya llegaba a la reunión con un pacto cocinado— CiU buscaba ganar tiempo para encontrar un socio. El gobierno lo ve como un ejercicio de mano abierta; la oposición, como una subestimación de su minoría.
Un PIM de 1.169 millones
La oposición también logró ayer, en la Comisión de Presidencia del Ayuntamiento, que el gobierno de CiU someta el Programa de Inversiones Municipal (PIM) a un debate político. La propuesta salió adelante gracias a los apoyos del PP, PSC e Iniciativa.
Sònia Recasens (CiU) aseguró que el documento está disponible "para todos los ciudadanos" en la web oficial www.bcn.cat/pressupostos2013. La segunda teniente de alcalde recordó, además, que este programa nunca ha sido votado en el pleno del Ayuntamiento, aunque así lo pide la Carta Municipal. En el anterior mandato se presentó junto al PAM el programa de acción municipal. El PIM asigna partidas específicas a los proyectos contenidos en la hoja de ruta.
La página en Internet de los presupuestos, que hasta ayer no tenía un enlace en la página principal de la web del Consistorio, es un "ejercicio de transparencia", según CiU. El gobierno, sin embargo, declinó ayer a hacer precisiones sobre las partidas, en algunas ocasiones confusas. El plan establece inversiones por un total de 1.169 millones de euros hasta el año 2015. En él se esbozan, por ejemplo, cinco millones de euros para la reforma de la Diagonal.
Desde hace meses el Partido Popular, con quien Trias pactó el año pasado las tasas y presupuestos vigentes, le dijo que esta vez no le daría la mano. El PSC, que se abstuvo en la aprobación de la hoja de ruta del mandato de Trias, tampoco está por la labor, primero por sus dinámicas internas —Martí ha recibido la orden de no apoyar a CiU— y porque consideran que deberían ser “progresivos”. Las conversaciones con los ecosocialistas son casi imposibles y los votos de Unitat per Barcelona (UpB), que apoyó la hoja de ruta (algo que debería verse reflejado en los presupuestos), no son suficientes.
Con este ambiente, la segunda teniente de alcalde, Sònia Recasens (CiU), llegó ayer a la comisión. La oposición le dio plantón por partida doble. Ella pretendía abrir debate sobre los presupuestos —de 2.328 millones de euros y con 325 dedicados a inversión—, pero después de su informe, los portavoces Jordi William Carnes (PSC), Javier Mulleras (PP) y Joaquim Mestre (ICV-EUiA) se limitaron a decir que se daban por informados, sin más. Portabella hizo lo mismo, pero agregó que son “miedosos” y criticó la disminución en la inversión comparada con la última del gobierno socialista. También resaltó lo complicado de un pacto en el actual momento político.
En una rueda de prensa simultánea a la comisión, los tres ediles denunciaron la poca voluntad del gobierno para negociar las cuentas, aunque Recasens dice que se ha reunido con los presidentes de los grupos para buscar complicidades. Mestre acusó a CiU de esconder que no está en condiciones de tirar adelante las cuentas. El portavoz socialista criticó el mecanismo de negociación y pidió uno que “actúe bajo la ley”, es decir, que se presente un presupuesto y se vote. Mulleras, por su parte, denunció que Recasens “quiere responsabilizar a la oposición de su fracaso”.
Posteriormente, en la votación de las ordenanzas fiscales, sucedió algo similar. Salvo UpB, que hizo reserva de voto hasta el pleno, toda la oposición votó negativamente. Recasens respondió, ante una petición del PP, que no puede retirar el proyecto de tasas porque “no cumplirían los plazos fijados por ley”. Así, CiU tiene poco más de una semana para encontrar socio.
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