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El Bellas Artes adopta ‘El gabinete del pintor’ hasta enero

El óleo de Frans Francken el Joven es la nueva adquisición dentro del programa 'La obra invitada'

El País
'El gabinete del pintor', de Frans Francken el Joven, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao
'El gabinete del pintor', de Frans Francken el Joven, en el Museo de Bellas Artes de BilbaoFERNANDO DOMINGO-ALDAMA

El gabinete del pintor, obra del artista flamenco Frans Francken el Joven, es la nueva adquisición del Bellas Artes de Bilbao dentro del programa La obra invitada. Desde hoy y hasta el próximo 6 de enero el óleo se alojará en la sala 12 del Museo.

Datado de 1663, El gabinete del pintorcompartirá el espacio expositivo junto a Florero con tulipanes, esta sí, de la colección del museo y fechada entre los años 1.620 y 1.625. Ambos trabajos comparten en su simbología la banalidad futil de las cosas terrenales. La peculiaridad de Florero con tulipanes es que está pintada a medias entre el artista Andres Daniels, que se encargó de las flores y por Frans Francken el Joven el, que pintó la parte inferior.

El trabajo de Frans Francken el Joven muestra una sala de noble arquitectura y diseño clásico. Una habitación con "cuadros reconocibles colgados por las paredes y que representa al estancia de un coleccionista", tal y como ha explicado el director del Museo de Bellas Artes, Javier Viar.

Además de su valor artístico, Viar ha destacado el "gran valor documental" de la obra invitada, ya que muchos de los cuadros que aparecen "son cuadros reales que se pueden localizar en el Museo del Prado o en el Louvre". Entre ellos, Asunción de la Magdalena, El Rapto de Deidamia, La Muerte de Séneca, Crucifixión y una Adoracion de los Reyes.

En los siglos XV y XVII es cuando empezó este movimiento, que tuvo su punto álgido en el XVII cuando se empieza a pintar este tipo de gabinetes. La tendencia nació en el Renacimiento "por el ansia de conocer el mundo y de coleccionar cosas bellas", según ha explicado el director del Bellas Artes.

La obra incluye en un primer plano una joven desnuda, con un velo rojo entre las manos y apoyada sobre una bola, "como símbolo de la inestabilidad de la Fortuna a quien personifica, y que alude a la suerte incierta y variable del hombre y quizás especialmente a la del artista", aseguran los expertos.

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