“Y ahora, ¿qué hacemos?”
Los camioneros que llevaban mercancía a la red desarticulada se quedan colgados a la espera de que termine la operación policial
Los camioneros que llevaban mercancías para los comercios chinos en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada, epicentro de la operación policial contra una red de evasión de capitales, se han quedado colgados esta mañana. Con los vehículos cargados a tope de productos, han permanecido aparcados hasta que terminara la operación policial, sin saber exactamente cuando terminaba. "Y ahora, ¿qué hacemos?", se preguntaban algunos mientras miraban de soslayo a los agentes apostados en las entradas de las naves en las que tenían que descargar.
Ese ha sido el caso de dos camioneros recién llegados desde la provincia de Alicante con los tráilers cargados de productos de menaje del hogar, en especial fabricados en plástico. "Llevo unos 80 metros cúbicos de productos repartidos en 33 palés cargados hasta arriba. La policía nos ha dicho que tendremos que esperar al menos bastante", ha confirmado uno de los conductores. Su acompañante estaba en el mismo caso. "Hemos aparcado los camiones y estamos a la espera de que nos digan algo nuestros jefes: si esperamos o nos volvemos con la mercancía a Alicante", ha explicado el otro camionero. Ambos han decidido ir a comer a mediodía mientras esperaban instrucciones.
El problema que veían los conductores es que, si descargaban la mercancía, quizá sus jefes no la cobrasen. Las cuentas de la organización han quedado intervenidas y los responsables de las compañías estaban detenidos. También existía el problema real de quién se hacía cargo de los productos. "Lo mejor sería descargarlo en otro comprador o volver con ello a Alicante", explicaba un camionero.
Los conductores han relatado que las naves son auténticos comercios aunque desde el exterior no den esa apariencia. Tienen dos partes bien diferenciadas. Una es de exposición, en la que los compradores pueden ver, tocar y hasta probarse los materiales que ofrecen los mayoristas. En la otra, enormes almacenes donde se almacenan miles de palés y con sus correspondientes muelles de carga para permitir que accedan con total facilidad los compradores. "Aquí entran miles y miles de productos todos los días. Entra y salen palés de continuo", ha explicado un empleado.
El deambular de coches de lujo era continuo. Las principales marcas de lujo eran las más vistas por inmigrantes orientales que se han topado con la sorpresa de la presencia policial desde primera hora de la mañana. Algunos intentaban acceder a las naves, pero los agentes apostados en ellas les indicaban que tenían que seguir la marcha. Otros, directamente al ver a los uniformados, casi no se paraban y decidían continuar su viaje.
"Tienen unos cochazos enormes en los que se gastan auténticas fortunas. Muchos prefieren quitárselo de otras cosas para lucir vehículos que superan hasta los 100.000 euros", ha destacado uno de los conductores. Esta imagen de opulencia contrastaba con la de varias decenas de trabajadores chinos que acababan de llegar al polígono. Bajaban aun con la cara de sueño y se toparon con varias furgonetas de antidisturbios a la entrada de las naves. "Hoy no se trabaja", les informaba un mando del dispositivo, que llevaba un llamativo chaleco de policía.
La zona, que amanecía con un enorme despliegue policial desde las cinco y media de la mañana, se ha convertido a mediodía en un enorme plató de televisión, en el que se han mezclado también unidades móviles de radio y bastantes fotógrafos. Dentro, la actividad policial era continua y no dejaban de entrar y salir agentes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.