“No seremos socios de un Gobierno a cambio de liberar a unos amigos”

Mikel Arana, coordinador general y candidato a lehendakari de Ezker Anitza-IU, defiende que su lema de campaña (¡Rebélate!) supone un llamamiento a la ciudadanía para que no se resigne a aceptar los recortes de derechos y prestaciones sociales.

Pregunta. Desde las elecciones de 2009 Ezker Batua (EB) se ha dividido en tres formaciones: Alternatiba, que se ha unido a EH Bildu; EB y Ezker Anitza. ¿Qué consecuencias tendrá?

Respuesta. Son tres partes muy diferentes. El referente de Izquierda Unida en Euskadi es Ezker Anitza. Los resultados de las encuestas nos animan en la percepción de que la subida de IU a nivel estatal puede trasladarse también a Euskadi. Ezker Batua-Berdeak no tiene más referente. Entiendo que su oferta es flojita y no se diferencia de otros partidos.

P. ¿No genera desconcierto esta división?

R. Es importante saber por qué se dio. Hubo gente que entendía que la mejor opción era la independencia. Luego está la manera de entender la política. Cuando parte de Ezker Batua decidió mercantilizar los votos de Álava para conseguir 39 puestos de trabajo para sus amigos y 600.000 euros en un crédito a cambio de dar la Diputación de Álava a Xabier Agirre, otra parte de la organización decidió que no podíamos compartir militancia con gente que es capaz de hacer eso. Una organización como la nuestra no puede concurrir a unas elecciones con quien no tiene ningún criterio de honestidad política. Creo que la división, lejos de perjudicar, a medio plazo favorece nuestro proyecto. Nosotros no vamos a entrar a ser el socio minoritario de un Gobierno a cambio de sentarnos en una silla, a cambio de liberar a no sé cuantos amigos.

R. Para más confusión, Cayo Lara le apoya a usted, mientras que Gaspar Llamazares opta por Ezker Batua.

R. No es Cayo Lara quien nos apoya, que lo hace a nivel personal, sino una decisión de los órganos directivos federales de Izquierda Unida tomada por mayorías muy abultadas. Llamazares, que esta presente en esos órganos, no asume las decisiones de la mayoría y hace de su capa un sayo.

P. ¿Su bolsa de votos está entre los indecisos, entre los indignados?

R. Yo creo que está entre la gente que se siente de izquierdas y en anteriores comicios o bien no ha encontrado una formación atractiva o se vieron decepcionadas por las políticas de Izquierda Unida en el Gobierno con el PNV. Otros votos provienen de gente que votó al PSE y se ha desilusionado. No le negamos a nadie la condición de izquierdas. La base social del PSE es de izquierdas, pero no la política de Patxi López con el PP en los últimos tres años y medio. Yo no creo en los graneros de votos. Los votos son de los ciudadanos, no de los partidos. No hay trasvases, sino cambios de opinión.

P. ¿Y los indignados?

R. Si están tan indignados les invitamos a que no se conviertan en una abstención que llevó a Mariano Rajoy a contar con mayoría absoluta. La indignación hay que llevarla a las instituciones. Les pedimos que voten a la opción que mejor les parezca, pero que voten.

P. ¿Cómo se plantea las alianzas postelectorales?

R. No vamos a pactar en ningún contexto ni con el PNV ni con el PP. Nadie más lo dice. Nuestra prioridad no es formar parte de ningún Gobierno, no aspiramos a entrar como tercer socio en un Gobierno. Nuestro escenario ideal es un Gobierno en minoría en el que EH Bildu, PSE y Ezker Anitza fuéramos mayoría absoluta en el Parlamento y que fuéramos capaces de controlar la acción de Gobierno. Si PSE y EH Bildu son capaces de anteponer lo social a lo nacional y hacer en las instituciones lo que dicen en campaña podríamos ponernos de acuerdo en determinadas cuestiones. No vamos a las elecciones a ver si gobernamos, sino a ver si condicionamos la política.

P. Su postura es muy crítica con los pactos de su formación con el PNV, pero les permitieron permanecer dos legislaturas en el Gobierno.

R. Sí. Y perder 60.000 votos y la confianza de la ciudadanía, y alterar la percepción ciudadana sobre un proyecto de izquierdas. No todo vale a cambio de entrar en un Gobierno.

P. Usted estuvo dentro.

R. Sí. Fui director de Servicios. Lo digo porque lo conozco. Dentro sabes las renuncias que tienes que hacer al ser un socio minoritario. La primera legislatura se entendió bien. Había más fondos y se hicieron cosas en materia de vivienda. El segundo Gobierno venía agotado. Renuncias diarias, grandes y pequeñas.

P. ¿Por qué aguantó?

R. Porque si das tu palabra y asumes un compromiso, no es lo más honesto marcharte cuando vienen mal dadas. Esperé a las elecciones e hice una lectura muy crítica. Ahí empezaron los problemas.