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Más de 10.000 jóvenes catalanes han emigrado en los últimos tres años

El éxodo juvenil es paralelo al empeoramiento de las condiciones de trabajo Avalot habla de "generación JESP: jóvenes emigrantes sobradamente preparados"

Clara Blanchar

En los últimos tres años más de 10.000 jóvenes catalanes han emigrado para trabajar en el extranjero. Vista de cerca, la cifra arroja un goteo que gana en dureza: nueve catalanes al día. Avalot, la agrupación juvenil del sindicato UGT, ha revelado esta mañana lo que ha tachado de “drama social” y que ha bautizado como “generación JESP: jóvenes emigrantes sobradamente preparados”, en un juego de palabras con aquella generación JASP de un anuncio de la década de 1990 que hablaba de “jóvenes aunque sobradamente preparados”.

“Soy editora, en Andorra me lo han dado todo”

Meritxell Martínez (27 años) acabó periodismo y tras las prácticas en TV-3, le dijeron que si quería hacer tele lo intentara en IB3 o Andorra. Mandó un currículum a la televisión andorrana, pasó una entrevista... “y me esperaron, porque tenía un contrato de colaboración”. Es editora de informativos. “La proyección que he tenido aquí ni la hubiera soñado en España. En Andorra me lo han dado todo, incluso en poder adquisitivo he ido aumentando”. ¿Lo malo? “Que esta es una sociedad muy cerrada”.

La fuente de la cifra son los datos de catalanes residentes en el extranjero, que en la franja de 15 y 34 años han pasado de 35.547 en 2009 a 45.977 en la actualidad: 10.430 jóvenes más. El portavoz de Avalot, Daniel García, ha explicado que los jóvenes representan la cuarta parte de los catalanes que han emigrado y que el aumento de emigrantes ha sido del 30% en tres años. El 42% de estos jóvenes que se marchan lo hacen a países de Europa (Francia, Alemania, Andorra y Suiza) y la segunda destinación es Latinoamérica, seguida de Estados Unidos, Asia y África.

El estudio de Avalot relaciona con datos que el éxodo juvenil es paralelo al empeoramiento de las condiciones de trabajo en España. En los últimos años se han disparado el paro (alcanza el 51% en la franja de 16 a 25 años), la temporalidad y el paro de larga duración (14,6% de los jóvenes), y han caído los salarios (“los mileuristas son hoy unos afortunados”) y la tasa de emancipación. Además, en el último año han desaparecido el 22,7% de los puestos de trabajo que estaban ocupados por jóvenes, tal como reveló la última encuesta de población activa.

“En Estados Unidos el futuro es mejor”

Hace ya dos años y medio que Adrià Escudé (27 años) se marchó a Estados Unidos a cursar un máster. Ya no volvió. Trabaja como analista de mercadotecnia en Sony. “Me quedé porque con la crisis, aquí me esperaba un futuro mejor. En España en la situación actual sería imposible tener un trabajo con el salario y la responsabilidad que tengo”. La idea de Escudé es quedarse un par de años más en Estados Unidos, hasta que pase el vendaval, y que al volver la experiencia internacional le abra puertas.

Además, García ha subrayado que también ha aumentado mucho la tasa de subocupación (los jóvenes que trabajan en un empleo menos cualificado de lo que les correspondería por su formación). “El saber no ocupa lugar… de trabajo”, ha ironizado. El portavoz de Avalot ha acusado a las autoridades de “desentenderse de los jóvenes” y ha exigido un cambio del modelo productivo. “Una economía basada en la construcción y el turismo low cost no ayuda, y el empresariado tampoco apuesta por los jóvenes”, ha dicho, y ha señalado que también han contribuido a la huida “las sucesivas reformas laborales”.

García ha exigido “inversiones, oportunidades y más medios humanos y materiales en los servicios de ocupación, y que los programas electorales de las elecciones del 25 de noviembre incluyan un plan de rescate para jóvenes”. “Si no, no habrá futuro”, ha zanjado.

“Si no vuelvo de Holanda es por la crisis”

Tiene claro que si no fuera por la crisis no se habría quedado en Ámsterdam, donde trabaja en el estudio de diseño Design Politie, al que llegó hace dos años para hacer prácticas. Ahora es “también por la crisis por lo que no vuelvo”, cuenta Sara Landeira (24 años). Echa de menos “el estilo de vida de Barcelona, la familia, los amigos y el clima”, aunque admite que “la calidad de vida es mejor en Holanda”. Pero “ahora mismo es impensable tener un trabajo con las condiciones de aquí en España”.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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