Como un día festivo

La pretensión del Gobierno vasco al aplicar los servicios mínimos durante esta nueva huelga general  convocada por los sindicatos nacionalistas es que los usuarios dispongan de las mismas prestaciones que en un día festivo en cuestiones como el transporte y la sanidad, principalmente. Además, todos los colegios tienen que permanecer abiertos, como así está siendo en la inmesa mayoría del territorio de Euskadi.

Los sindicatos, como ya hicieran en la convocatoria anterior, están en contra de esta amplitud de los servicios mínimos, porque la consideran abusiva. Ya en las vísperas de este paro general, el líder del sindicato ELA, Adolfo 'Txiki' Muñoz, denunció que podía existir un presunto delito de prevaricación por parte del Gobierno al señalar prácticamente los mismos servicios mínimos que habían sido recurridos.

Todos los colegios de la comunidad deben permanecer abiertos

En el aspecto práctico, uno de cada tres trenes y uno de cada tres autobuses deben prestar su servicio a los ciudadanos durante este día de huelga contra los recortes aplicados por el Gobierno del PP. No obstante, los convocantes también miran hacia la responsabilidad del Ejecutivo vasco ya que entienden que en Euskadi se vienen aplicando recortes en algunas materias sensibles como la sanidad y la educación. Además, ELA y LAB extienden la protesta a la necesidad de que se aplique una política económica frentista a los designios "del gran capital" y que se camine hacia unas decisiones de caracter "más igualitario".

Estas reivindicaciones estarán presentes durante las manifestaciones que se celebrarán este mediodía en las tres capitales vascas, asi como en Pamplona ya que los sindicatos nacionalistas han extendido a Navarra la convocatoria de esta huelga general.

El paro también va a dejarse sentir en sectores como el cine ya que coincide con la celebración del Zinemaldia, en San Sebastián. Los trabajadores de este festival internacional secundan el paro y, de hecho, no habrá actividad alguna en cuanto a las secciones que afectan a la producción vasca, aunque sí se pasarán las películas a concurso. La propia actriz Penélope Cruz apoyó la denuncia contra los recortes, que lo hizo extensivo no solo a su sector, el cine, sino principalmente a la educación durante su estancia en la capital guipuzcoana.