La independencia, al Parlamento

En la campaña electoral del 21-O, el termómetro soberanista subirá lo justo. Otra cosa bien distinta será el día después, cuando se disponga de una radiografía precisa del nuevo Parlamento vasco. A partir de entonces, hablar ya de independencia, en sus más diversas acepciones y eufemismos, podría convertirse en moneda de uso común. EH Bildu, desde luego, tiene asumido que no desaprovechará la ocasión y así lo recordó ayer su candidata a lehendakari, Laura Mintegi, al augurar que el debate sobre el referéndum se planteará en la Cámara de Vitoria “sin ninguna duda”.

La izquierda abertzale quiere que el PNV le acompañe en ese tipo de iniciativas identitarias, pero ambos partidos profesan itinerarios muy diferentes y, sobre todo, adecuados a tiempos nada coincidentes. Así se está poniendo de manifiesto durante esta fase de calentamiento del discurso antes de pedir el voto, aunque desde fuera existe la sospecha de que los jeltzales, a pesar de los mensajes concisos como el de Iñigo Urkullu ayer en Madrid, ocultan su auténtica pretensión. El líder socialista alavés Txarli Prieto, en concreto, es uno de los convencidos de que “PNV va de la mano con Bildu”.

A Antonio Basagoiti (PP) le ocurre lo mismo y no pierde la ocasión de pronosticar que Iñigo Urkullu va a hacer lo mismo que Artur Mas en cuanto a sus reivindicaciones soberanistas, de las que “no van a sacar absolutamente nada”, prevé el presidente de los populares vascos. A su juicio, la experiencia negativa del plan Ibarretxe debería servir de ejemplo en “los actuales tiempos difíciles” donde, recuerda Basagoiti, “hay que arrimar el hombro y colaborar con el Gobierno”.

Para EH Bildu, en cambio, la interpretación sobre el debate abierto en Cataluña es, lógicamente, “interesante” y viene a corroborar una parte sustancial del programa abertzale para las próximas autonómicas que incluye “preguntar a los ciudadanos sobre la independencia antes o más tarde”, dice Mintegi.

De Andrés critica

Con habilidad suficiente para acercar la realidad a sus planteamientos, la candidata de EH Bildu recuerda que esta idea del referéndum “está en la calle” y que, por tanto, “lo que está en la calle habrá que llevarlo al Parlamento, así que el Parlamento no puede tener autismo y tendrá que afrontar ese tema”.

El resto de los partidos —un total de 13 se presentan en los tres territorios, dos en Álava y cuatro en Bizkaia, según el Boletín Oficial del País Vasco— lo tiene asumido. Precisamente por eso se apresuran a ubicarse porque saben que el debate surgirá tras las elecciones. Quizá porque le aguarda una incómoda posición, desde el PP lanzan mensajes que le aportan un ropaje foralista siempre bien aceptado en un sector del electorado. Así, el diputado general de Álava, Javier de Andrés, recurrió ayer a la defensa del Concierto Económico para denunciar que toda su oposición en las Juntas Generales de este territorio (PNV, PSE y Bildu) utilicen este resorte “por motivos políticos”.

Entre los aludidos, los socialistas dirigen su mirada hacia el PNV, posiblemente porque se sienten muy dolidos por el comportamiento de este partido durante la oposición al Gobierno vasco. Txarli Prieto se lo recordó ayer durante una rueda de prensa de hondo contenido ideológico, propia de este dirigente. “El problema de Euskadi no es Bildu sino el PNV”, dijo rotundo antes de explicar que “cuando tiene el poder regala los gobiernos” a la coalición abertzale y permite “la parálisis de la política”, en una crítica velada a la actual situación de Gipuzkoa.

Posiblemente en este análisis es donde pueda encontrarse el único punto de encuentro entre PSE y PP. Basagoiti, de hecho, está convencido de que PNV ha decidido mantener en el poder de Gipuzkoa a Martin Garitano (Bildu) porque así siempre tendrá un aliado por si lo necesita.