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Rebelión por las dedicaciones exclusivas en el PP de Pontevedra

Martín había pactado con nacionalistas y socialistas un acuerdo para ampliar el número de dedicaciones exclusivas de su grupo

Tras la salida del Telmo Martín del grupo municipal del PP en Pontevedra, su sustituto, Jacobo Moreira, interino con vocación de permanencia, viene practicando una oposición centrada en el ataque inclemente al bipartito local que lidera el BNG, pero que ayer propició una rebelión en sus propias filas. Cinco de los 10 ediles populares presentes se abstuvieron de apoyar en el pleno una moción de urgencia de Moreira para negociar un nuevo reparto de las dedicaciones exclusivas.

El desplante en las filas internas remite al principio de la legislatura. Martín había pactado con nacionalistas y socialistas un acuerdo para ampliar el número de dedicaciones exclusivas de su grupo. Hasta entonces el PP solo disponía de una, pero con el acuerdo consiguió dos más, y se mostró de acuerdo con que los concejales con cargo en el Gobierno local pudiesen todos ellos percibir igualmente un sueldo municipal. Así lo hicieron nueve de los 11 concejales nacionalistas y los tres del PSOE.

En mayo la concejala Lola Dopico, que no cobraba el sueldo, renunció a su cargo para volver a su actividad profesional. Su sustituto, Miguel Filgueira, sí accedió a ella, como permitía el acuerdo del año anterior. Pero Moreira dijo que el cambio era “inmoral e indecente” en tiempos de crisis y llevó al pleno de julio una moción para pedir que se eliminase la asignación al nuevo edil. Allí se encontró el contraataque del bipartito, que declaró nulo el pacto de 2011. Resultado: el PP perdía dos de las dedicaciones exclusivas. El recorte afectó en realidad a cuatro ediles, que se habían organizado para cobrar medio sueldo cada uno.

Con este mar de fondo, Moreira planteó ayer una moción de urgencia en la que, sin desdecirse, solicitaba dedicar la dedicación restante, que le correspondía como portavoz, para que se la repartiesen dos de sus compañeros. BNG y PSOE reclamaron que dejase de "marear la perdiz" y le propusieron retomar el acuerdo en los términos que había negociado Martín, un “chantaje” al que el portavoz popular se negó. En el momento de votar la propuesta cinco de los ediles se abstuvieron. El alcalde mandó repetir la votación, por si acaso, pero el resultado se repitió. Cuatro de los ediles díscolos cobraban ese medio sueldo antes de la maniobra de Moreira. Ricardo Aguilar, portavoz de Urbanismo y fichaje de Martín en 2007, comentó más tarde: “No sabíamos que iba a haber ese punto en el pleno y cada uno votó lo que sintió. Hubo una falta de orden que valoraremos entre nosotros”.

Al término de la sesión, Moreira declaró, según recogió Radio Pontevedra: “No lo esperaba evidentemente, pero no pasa nada, la vida continúa, lo trasladaré al partido y se tomaran las decisiones oportunas”. La amenaza latente quedó muy edulcorada por la tarde con las palabras de Alfonso Rueda: “No nos gusta que se produzcan estas situaciones y hablaremos con ellos. Pero no pasa de anécdota”.

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