Sin pan, sin circo, pero con bofia
A esta marcha, por mucho que el Rey se haga bloguero y se harte a hacer bolos por Cataluña y Nueva York, España va camino de convertirse en un Estado fallido
Desde el Imperio Romano, los Estados siempre han funcionado sobre la base de tres pilares: el pan, el circo y la guardia pretoriana, la bofia. En España los dos primeros se tambalean. El tercero, pese al papel decisivo que jugará hoy en el Congreso, está en un momento crítico.
Sobre el pan qué les voy a contar: paro, recortes en sanidad y en educación, bajadas de sueldo, aumento de impuestos para todos menos para los ricos, miseria urbana, táper en el mejor de los casos, impago de la botica, bancos rescatados a costa del contribuyente, deuda soberana… en fin, nada que ustedes no sepan.
Lo del circo empieza a clamar al cielo y también se multiplican los ejemplos. Al Estado, por supuesto, no se le ocurre intentar cobrar la multimillonaria deuda que tienen con Hacienda los clubes de fútbol, no vaya a ser que tengan que ir a la quiebra como cualquier vulgar sociedad anónima. Lo cierto es que el balompié atraviesa también un período profundamente depresivo, si no ¿por qué iba a estar triste todo un Cristiano Ronaldo? o ¿por qué el nuevo estadio del Valencia va a tardar más en construirse que la Sagrada Familia? Si además el Barça le saca ya tantos puntos al Madrid ¿quién va frenar la marea independentista que sacude a Cataluña? Y encima, añádase el numerito que supuso que el partido del domingo entre el Rayo Vallecano y el Real Madrid no se pudiera celebrar porque, misteriosamente, habían cortado los cables de la luz. Son varias las hipótesis que se manejan: una, poco probable, por no haber pagado la factura; otra una acción de socios del Rayo molestos por el recochineo de hacerles pagar 25 euros de suplemento con motivo del día del club; y una tercera, el boicoteo de los ultras del Madrid, los únicos que accedieron al estadio y que iban alegremente cantando el Cara al Sol, gritando “¡Pepe, mátalos!” y “¡Vallecas tercermundista”. Mientras el grueso de los aficionados esperaba, en vano, durante hora y media, bajo la lluvia, en la avenida de la Albufera y la calle del Payaso Fofó, ilustre vallecano como Gabi y Miliki. Total, el ridículo internacional para la mejor liga del mundo.
En cuanto a la guardia pretoriana, el tercer pilar del Estado, hoy protagonizará los telediarios cuando, previsiblemente, la bofia reparta candela entre los activistas de Ocupa el Congreso. En cualquier caso, será una victoria pírrica, porque el monopolio de la violencia solo se respeta si emana del consenso social y ahora la peña tiene tanto respeto por la clase política como Urdangarin por los fondos públicos. Si encima el jefe de los maderos pierde los papeles, o lo que es peor extravía o le roban el móvil, como le ha sucedido al ministro Jorge Fernández Díaz, el pitorreo está asegurado. A esta marcha, por mucho que el Rey se haga bloguero y se harte a hacer bolos por Cataluña y Nueva York, España va camino de convertirse en un Estado fallido.
https://twitter.com/ManuelPeris
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