Dimite el alcalde de Boqueixón
El popular Adolfo Gacio esta imputado por cochecho y prevaricación dentro de la Operación Pokémon
Adolfo Gacio ha pactado con la dirección provincial del PP de A Coruña presentar próximamente su dimisión como alcalde de Boqueixón (A Coruña), a raíz de su imputación por cohecho y prevaricación en el marco de la Operación Pokémon, pero continuará como concejal en el ayuntamiento del cual es regidor con mayoría absoluta desde 1991, según han informado a Europa Press fuentes del PPdeG.
El regidor fue detenido el pasado jueves por la mañana y quedó en libertad bajo fianza de 10.000 euros en la madrugada del sábado. La decisión de dimitir como regidor la adopta después de reunirse esta tarde con el presidente provincial del PP de A Coruña, Carlos Negreira, a quien el presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, había pedido que le plantease "una reflexión profunda" y había dicho que esperaba una decisión "en las próximas horas".
Mientras el Partido Socialista ha redoblado sus esfuerzos en las últimas horas para forzar la dimisión del alcalde de Ourense. Francisco Rodríguez se resiste de momento a renunciar a la alcaldía, a pesar de la pérdida de apoyo de sus socios de gobierno del BNG, que lo ha dejado en minoría en la Corporación. El candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, Pachi Vázquez, ha asegurado este lunes que el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, anunciará "decisiones" a lo largo de "las próximas horas".
Gacio testificó ante la juez De Lara y quedó en libertad bajo fianza de 10.000 euros. El que fue hombre de confianza de Romay Beccaría entró esposado a testificar. Gacio es el hombre siempre en la sombra pero con enorme influencia. Nunca jugó a llegar a puestos de primera fila. Incluso estaba a punto de dejar en estos días la Alcaldía, su atalaya en las últimas dos décadas. Con 57 años y tras fracasar en su intento de darle a Feijóo la primicia, tan deseada por el jefe del PP, de anunciar la primera fusión municipal, la de Boqueixón con Santiago, Gacio se las había ingeniado para lograr un retiro al sol, el de secretario de la Embajada de España en Venezuela. Incluso dejó arreglada su sucesión con Ovidio Rodeiro, director de Xuventude de la Xunta y suplente en la lista del PP en Boqueixón. Tuvieron que renunciar 10 personas para que el delfín de Gacio pueda, en breve, tomar el bastón de mando.
Fue a la sombra de Romay cuando Gacio fue primer edil y después alcalde. Lo logró en 1991 cuando Fraga llevaba año y medio en la Xunta y los barones del PP desplegaban sus tentáculos para asentar sus poderes territoriales. Gacio siempre fue la boina del birrete del barón coruñés en su lucha interna con Cuiña. Romay lo quiso a su lado como asesor en la Consellería de Sanidade, de la que Feijóo era segundo y Negreira alto cargo. Gacio era el encargado de tener a raya e incrementar el control local del PP en la provincia de A Coruña.
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