El piromusical despide la Mercè más multitudinaria

La huelga del metro no consiguió aguar el piromusical, que ponía fin a las fiestas de la Mercè de Barcelona, aunque sí enfadar a millares de viajeros que se vieron atrapados por algunos incidentes, que provocaron esperas interminables en los andenes. Por incidente se entiende que algún huelguista accione la alarma de algún vagón, lo que obliga a parar al conductor del convoy. Y este sistema se tiene que desbloquear manualmente por otro trabajador. Y, claro, eso llevaba su tiempo. Misteriosamente, sobre las nueve de la noche se produjeron dos de estos incidentes en las líneas 1 y 3 del metro —las que llevan a la plaza de Espanya, las utilizadas mayoritariamente para ir a ver el piromusical— que tardaron no menos de 20 minutos en ser resueltos. Mientras, los andenes estaban a rebosar.

“Podían hacer huelga otro día y no fastidiarnos el piromusical”, se protestaba en los andenes. Al salir, las rumbas marca Juegos de Barcelona 92 aliviaban el cabreo. Pese a los problemas del paro en el metro, la avenida de la Reina Maria Cristina, plaza de Espanya y Tarragona estaban, como cada año, a tope. Al acabar, miles de personas optaron por caminar y evitarse el trago de la ida. Las bocas de metro de la plaza de Espanya engullían a millares de viajeros sin que se registraran más incidentes, según informó TMB.

La jornada de paro de los trabajadores en protesta por los recortes salariales también provocó aglomeraciones esporádicas por la mañana en las estaciones del centro de Barcelona de las líneas 1, 3 y 4. Especialmente al mediodía con andenes repletos de viajeros que, tras esperar más de 20 minutos, apenas podían subir a los convoyes.

La empresa concentró el 33% de los servicios mínimos en las tres franjas que se consideraban de más tránsito de viajeros: de cuatro a seis de la madrugada en la zona del Fórum, del mediodía a las tres de la tarde en el centro de la ciudad y por la noche, en plaza de Espanya desde las nueve hasta a medianoche. En teoría, en esa última franja el paso de los convoyes debía ser cada ocho minutos, el doble de la frecuencia de paso que en el piromusical del año pasado. Pero los incidentes señalados pulverizaron las previsiones de TMB. Fuentes sindicales, por su parte, calificaron de satisfactoria la jornada de la huelga.

La Mercè que acabó ayer ha sido la más multitudinaria. Las estimaciones del Ayuntamiento apuntaban a que 1.400.000 personas han podido participar en alguna de las más de 200 actividades programadas este año en los distintos escenarios de la ciudad. El año pasado, el cómputo fue de 1.100.000 personas, aunque la fiesta duró un día menos.

Y cuando también hubo problemas de aglomeraciones en el metro fue en la noche del domingo al término de las proyecciones sobre la fachada de la Sagrada Familia. Más de 113.000 personas acudieron al espectáculo del templo en los tres días de proyecciones. El primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, reconocía los problemas que se derivaron de la concentración no prevista de tantas personas en la Sagrada Familia, especialmente en la última noche.

Otros escenarios de la Mercè que han visto incrementar sus espectadores fueron los conciertos del parque del Fórum, que reunieron a 120.000 personas, los de la noche del sábado en la fábrica Damm, con 35.000 espectadores, y las 80.000 personas que participaron en el multitudinario correfoc del domingo.