Pólvora y fuego en la Mercè

Miles de personas danzaron ayer bajo el fuego en Barcelona. El correfoc es una tradición, claro, pero, de hecho, no lo es por ser antigua: vio la luz con la Mercè democrática, y ahora se celebra en toda Cataluña. Barcelona es un imán para todo amante del fuego y de la pólvora. Hay que tener en cuenta que se celebra el 25 aniversario de la Coordinadora de Colles de Diables de Barcelona, lo que era motivo de satisfacción y de jolgorio.

Los protagonistas fueron los de siempre, los animales de fuego. A saber, el dragón que saca fuego por la cola, por las alas y por las muelas; la Tarasca; la Mulassa, que reparte coces y cohetes, y la Víbria, un dragón hembra con pechos y cola de serpiente.

La Mercè de este año ha vuelto a movilizar a miles de barceloneses y visitantes. El espectáculo de Oda a la Vida de la Sagrada Familia en la noche del sábado, por ejemplo, congregó a 38.000 personas. Y todos los puntos clave de la fiesta han estado a rebosar durante el fin de semana: el parque de la Ciutadella, Montjuïc, el correfoc y todos los escenarios de conciertos en Ciutat Vella, la fábrica Damm, Maria Cristina y el Fórum.

Este seguimiento masivo hoy se puede complicar con la jornada de huelga del metro. La empresa TMB ha concentrado el 33% de los servicios mínimos en los lugares con más tráfico de viajeros en la misma jornada de la Mercè del año pasado. Especialmente en las líneas 1 y 3 a partir de las nueve de la noche por el piromusical.

Escena del correfoc de las fiestas de la Mercè celebrado ayer en la Via Laietana de Barcelona. / carles ribas