La Sagrada Familia florece
La ciudad canadiense de Montreal prueba el espectáculo que ofrecerá por la Mercè
Los visitantes y autóctonos que ayer caminaban por el templo de la Sagrada Familia antes de las nueve de la noche fueron testigos de un espectáculo inesperado. En vez de encontrarse con las tradicionales luces blancas que iluminan la obra de Antoni Gaudí cuando cae la noche, se toparon con miles de haces multicolores y música a juego. Se trataba del ensayo general de Oda a la vida, el espectáculo central de las fiestas de la Mercè, que comienzan hoy.
Los chorros de luz que lanzaban los 19 proyectores ubicados enfrente del templo rompieron la oscuridad propia de la fachada del Nacimiento. De la piedra, que parecía derretirse, empezaron a salir cientos de raíces que poco a poco treparon por las cuatro torres de 150 metros de altura. Después, el marrón dio paso al verde de un espeso follaje, del que no tardaron en nacer flores multicolores.
El espectáculo, producido por la empresa montrealense Moment Factory, fue diseñado específicamente para el templo de Gaudí y está inspirado en las figuras naturales que utilizaba el arquitecto. Según sus realizadores, es “todo un reto tecnológico”. Montreal, la ciudad invitada este año a la fiesta, cofinancia las proyecciones. Las exhibiciones oficiales se realizarán hoy, mañana y el domingo a las 21.00, 22.00, 23.00 y 24.00 horas.
“Pero ¿por qué ha durado tan poco?”, se preguntaban disgustados algunos de los presentes. “Son solo las pruebas”, les respondían otros. El espectáculo de verdad dura unos 15 minutos y el mejor sitio para disfrutarlo es la plaza Gaudí.
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