Un ex director general de Idea alega que solo pagaba lo que pedía Empleo

“Usted se sube a un tren en marcha y toma decisiones desde ese momento. Naturalmente que no miro y reviso la gestión anterior. ¿Cómo voy a cuestionar las actuaciones pasadas? La ley me obliga a considerar la presunción de legalidad”. El ex director general de Idea, Miguel Ángel Serrano, ha alegado esta mañana ante la comisión de investigación sobre los ERE que su organismo se limitó a pagar los convenios que firmaba la Consejería de Empleo durante su mandato (2004-2008) y que nunca se planteó revisar la gestión emprendida por su antecesor.

Serrano ha afirmado que el convenio marco de 2001 que originó el fondo para empresas en crisis dotado con 647 millones se prorrogó “de manera tácita” dado que caducaba en 2003. El ex director general ha aclarado ante los diputados que en 2004 planteó a su superior en la Consejería de Innovación el déficit presupuestario que estaban provocando las millonarias ayudas concedidas. “Pero me dicen que siga y yo sigo. Las cosas se discuten hasta cierto punto. No discuto las órdenes de mi jefe cuando son legales”, contestó a las preguntas de la diputada de IU Alba Doblas.

“El uso que hiciera alguien del trámite administrativo no puedo asumirlo”, dijo en referencia al supuesto mal uso dado a las subvenciones por parte del ex director general Javier Guerrero. Doblas le interpeló entonces: “¿Para qué sirve un director general entonces? ¿Para que se ponga una venda?”. Serrano insistió en que Idea se limitó a pagar las ayudas mientras que los expedientes se tramitaban y permanecían en Empleo, una consecuencia del convenio marco firmado por los exconsejeros José Antonio Viera y Antonio Fernández. “¿Cómo le voy a cuestionar a una consejería la legalidad de los convenios?”, se escudó el ex alto cargo de la Junta.

El diputado del PP Rafael Salas le contestó: “Está defendiendo lo imposible porque Idea parece una especie de cápsula y creo que usted fue uno de los bomberos que no avisó del fuego”, dijo en referencia a la metáfora usada por el ex interventor general Manuel Gómez sobre las llamas que alertaban de las irregularidades cometidas en Empleo.

Sobre el informe de la Intervención General emitido en 2005, Serrano ha lamentado que el problema fue que llegó “tarde”, ya que se auditó el ejercicio de 2003, pero solo se conoció dos años después.