El Consell adelgaza la cartera de servicios de salud

La promoción de la salud sexual y reproductiva y el control del tabaquismo son dos de los aspectos que dejan de figurar explícitamente en la Cartera Pública de Servicios de Salud de la Generalitat. Una orden de la Consejería de Sanidad, fechada el 24 de julio y publicada este jueves en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana, establece “una reorganización de las distintas líneas estratégicas”, agrupando algunos de los servicios, “sin modificación alguna de los epígrafes”. La orden simplifica la carta de servicios vigente desde julio de 2009 y resume en un apartado genérico de “promoción de estilos de vida saludables” lo que en el anterior documento eran la promoción de una alimentación saludable, la promoción de la actividad física, el control del tabaquismo, la promoción de la salud sexual y reproductiva o la promoción de la seguridad viaria.

En el apartado de prevención de enfermedades desaparece en la nueva carta de servicios la prevención del melanoma maligno y se resume en un solo punto la prevención de enfermedades inmunoprevenibles en adultos, en la infancia y en los grupos de riesgo.

La Consejería de Sanidad señaló que lo que se ha producido es una “reformulación y redefinición” de los servicios y que la valenciana es la única comunidad que ha publicado este tipo de documento.

En el epígrafe dedicado a la seguridad alimentaria desaparece de la carta de servicios que regula la orden firmada por el consejero de Sanidad, Luis Rosado, la “autorización de entidades formadoras de manipuladores de alimentos”, y en el apartado de salud laboral, el nuevo catálogo excluye la referencia al mapa de riesgos, aunque incluye una alusión que antes no existía a la “vigilancia sanitaria de las enfermedades laborales”.

También se acorta la lista de prestaciones o estrategias en lo que se refiere a la salud ambiental. Así, ya no se hace alusión a la vigilancia sanitaria de la contaminación atmosférica, los residuos sólidos o la contaminación acústica, electromagnética y radiactiva, que son sustituidas por un epígrafe genérico de “vigilancia sanitaria de otros riesgos ambientales para la salud”.

La información en salud pública sufre un notable adelgazamiento en la relación de servicios. Si la Carta de Servicios vigente hasta ahora incluía ocho entradas, en la nueva redacción se reduce a tres: análisis y evaluación de determinantes de salud y estudio y análisis epidemiológico del estado de salud y de la mortalidad. Se han caído de la lista el sistema de información sobre el cáncer, la Red Centinela Sanitaria, el registro de casos del sida, el de enfermedades renales y los de interrupciones voluntarias del embarazo, mortalidad general y mortalidad perinatal.

En cuanto a la vigilancia de la salud, se resumen y modifican los apartados, de manera que ya no hay referencias explícitas a la vigilancia epidemiológica de la enfermedad meningocócica, la tuberculosis o el sarampión, ni tampoco al sistema de vigilancia epidemiológica laboral.

Por lo que afecta a la investigación, desaparecen las alusiones a líneas como “las desigualdades en salud”, “ambiente y salud”, “cáncer en salud pública”, “enfermedades raras” o “investigación en vacunas”.

La orden justifica que se hayan agrupado servicios recogidos por separado en el anterior catálogo al objeto de “evitar la necesidad de modificar frecuentemente la Cartera de Servicios cuando se producen variaciones de menor entidad en la estructuración de servicios concretos”.

Una disposición adicional única establece que la implantación y desarrollo de la orden “no podrá tener incidencia alguna en la dotación de todos y cada uno de los capítulos de gastos asignados a la consejería competente por razón de la materia, y en todo caso deberá ser atendido con los medios personales y materiales de dicha consejería”.