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Oliva Arauna: “Seguiré peleando por la galería”

La galerista recibe numerosas muestras de apoyo por parte de sus colegas El Ayuntamiento clausura de su local "por no respetar la fachada original" del edificio

Olivia Arauna, ayer, ante la notificación de precinto colocada en la puerta de su galería en la calle Barquillo.
Olivia Arauna, ayer, ante la notificación de precinto colocada en la puerta de su galería en la calle Barquillo. LUIS SEVILLANO

Su fachada depurada de hierro y cristal traslúcido está en el origen de un contencioso, que estalló ayer. Justo un día antes de que comience el festival de las galerías de arte, ArteMadrid, la víspera de la presentación por todo lo alto de sus propuestas para el nuevo curso, el Ayuntamiento, “por no respetar la fachada original del edificio”, clausuró ayer la galería de Oliva Arauna, una de las históricas y más importantes del panorama artístico. Alrededor de las 12.10 de ayer, una pareja de policías municipales acudió a precintar la galería, en la calle del Barquillo, donde ya les esperaba la propietaria. “Es como surrealista”, declaraba incrédula. “El Ayuntamiento no tiene mejor cosa que hacer que meterse con la gente que hacemos las cosas bien”.

El litigio viene de lejos. Desde hace ocho años. En 2004, la galerista se trasladó de la calle de Claudio Coello, en el barrio de Salamanca donde llevaba 19 años, al número 24 de la calle del Barquillo en los límites de Justicia y Chueca. Cuando compró el local, Arauna decidió cambiar una fachada que ella consideraba “horrible” para un espacio dedicado al arte contemporáneo. “Antes de llegar yo, era un restaurante de drag queens y realmente era una fachada que si me dedicara al arte pop igual la hubiera podido dejar, pero no era el caso”, comentaba ayer la galerista. Los cambios que hizo, según cuenta, se centraron únicamente en el aspecto decorativo, puesto que los huecos correspondientes a los balcones (la modificación que censuran los técnicos municipales) “quedaron intactos”.

El espacio está situado en una zona con protección ambiental y arquitectónica y la ley obliga a que las modificaciones en fachadas se basen en los planos originales. La galerista asegura que “ni hay planos ni fotos del original”.

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Así que en 2006, la galería solicita la licencia a la Junta de Centro, la competente entonces en esta materia. Y, cuatro años después, en 2010, se la deniega “por la modificación realizada en la fachada. No cumple con las obligaciones del Plan General con respecto a la recuperación de elementos histórico-artísticos”, según el Ayuntamiento, que lo hace consultando también a la Comisión de Patrimonio Artístico de Madrid (CIPAM). Tras la denegación de la licencia, Centro inicia expediente de disciplina urbanística. Según consta en el procedimiento administrativo, en 2011, la Agencia de Licencias (AGLA) asume estas competencias y se inicia el proceso desde el principio. Hasta que en junio del mismo año, AGLA resuelve una orden de cese y clausura de la galería.

Para entonces, la galerista se había movido por varias instancias. “Y todos me decían que se iba a arreglar, y así me iban dado largas”, considera. Arauna incluso solicitó una nueva licencia a través de una ECLU (las agencias de intermediación entre particulares y la Administración para la tramitación de licencias) que también se le denegó por los mismos motivos. “Se constata que no ha sido acatada la orden de cese y clausura y se adopta la orden de precinto”, según el acta. La galerista, habitual en Arco y en otras ferias internacionales como Basel, pidió ayer al Ayuntamiento que decida qué tipo de fachada quiere. “Me temo que quiere una reinterpretación de cartón piedra horrible, pero yo seguiré peleando”.

Uno de los primeros que salió ayer en su defensa fue el delegado municipal de las Artes, Fernando Villalonga, que calificó de “inaceptable e inasumible” la medida. Reconoció a Efe que conocía el caso y que intentó evitar el cierre. “Es un asunto de los técnicos de Urbanismo, una decisión que no comparto. Si hay que manifestarse ante la sede de la galería, yo seré el primero”, dijo. Horas más tarde matizó las declaraciones y dijo que el Ayuntamiento “está intentando buscar una solución”.

Sin fisuras y a favor de la galerista se manifestaron algunas de sus colegas. “Es una barbaridad”, calificó la galerista Blanca Berlín. “Es una de las mejores galerías de Madrid, que ha hecho mucho por el arte en esta ciudad, con mucha calidad y arriesgando, con una trayectoria impecable. Es un mazazo para la cultura que deberían reconsiderar”. Soledad Lorenzo otra de las grandes galeristas no podía creer “que pasen estas cosas. La calle del Barquillo es un popurrí de fachadas sin interés y justo esta que es como corresponde a una galería de arte contemporáneo se la quieren cargar”. Nerea Fernández lamentó que se montara la polémica “con una galería tan importante justo cuando se celebra ArteMadrid y quieres atraer a la gente de fuera”.

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