Esperanza Aguirre dimite
“Es esencial elegir el momento y forma de retirada y este es el momento”, declara
En una comparecencia convocada por sorpresa para las dos de la tarde con apenas una hora de antelación, Esperanza Aguirre ha anunciado su renuncia como presidenta de la Comunidad de Madrid y como diputada por el PP en el Parlamento autonómico en lo que definió como su retirada "de la primera línea de la política", aunque no "de la política". Aguirre, que ha avanzado que pedirá el reingreso como funcionaria —es técnica de Información y Turismo del Estado—, se lo ha comunicado a Mariano Rajoy esta misma mañana, poco antes de la rueda de prensa. En una nota, el líder de su partido le expresa su "reconocimiento" y añade que "comprende" los motivos "personales" de su dimisión. El número dos de Aguirre, Ignacio González, asumirá el cargo en funciones hasta que se celebre un nuevo debate de investidura.
Aguirre pidió a Rajoy ser embajadora en Londres
Esperanza Aguirre, licenciada en Derecho en 1974 por la Universidad Complutense, accedió dos años después de terminar la carrera al Cuerpo de Técnicos de Información y Turismo por oposición y quedó entre los primeros puestos.
Posteriormente, ostentó algunos cargos administrativos hasta que dio el salto a la política como concejal en el Ayuntamiento de la capital. Después fue ministra de Educación, presidenta del Senado y ocho años presidenta de Madrid.
En los últimos años, la presidenta regional nunca ha ocultado su deseo de optar a la Alcaldía de la capital en los próximos comicios. Ella era, de hecho, la sucesora natural del anterior regidor, José María Álvarez del Manzano, pero José María Aznar se sacó de la manga en 2003 una jugada que terminó siendo maestra: colocó a Alberto Ruiz Gallardón, entonces presidente regional, en ese puesto, y llevó a Aguirre a la Comunidad de Madrid (que logró, a la segunda y tras el oscuro episodio del Tamayazo).
Este viejo sueño de Aguirre se vio trastocado por la llegada al puesto de Ana Botella como sucesora de Alberto Ruiz Gallardón. El pasado mes de abril, se supo que Aguirre se había colegiado como abogada no ejerciente y se dispararon unas especulaciones que la propia presidenta zanjó aclarando que, cuando abandonara la política, volvería a su puesto como funcionaria.
Tras sufrir un cáncer, Aguirre pensó en no presentarse, pero lo hizo finalmente y logró su tercera mayoría absoluta el 22 de mayo de 2011. Fuentes del Gobierno regional han revelado hoy que Aguirre pidió a Rajoy ser embajadora de España en el Reino Unido hace nueve meses, tras las elecciones del 20-N, puesto en el que el presidente colocó a Federico Trillo.
"Les he convocado para anunciarles mi decisión de dimitir de mis cargos de diputada de la Asamblea y presidenta de la Comunidad. He llegado a la conclusión de que es el momento adecuado para retirarme”, ha soltado la bomba, con lágrimas en los ojos y con la voz fallándole. “Esto no tiene vuelta atrás, es cruzar el rubicón”, ha dejado claro la lideresa, en una rueda de prensa en la que le ha arropado su gabinete al completo. Treinta años en política —tiene 60—y nueve al frente de la Comunidad de Madrid pasan a la historia.
Solo lo sabían tres personas
La decisión, que hasta hoy solo conocía ella misma, su jefa de prensa e Ignacio González, no ha sido tomada este mismo día, sino planificada y razonada hace tiempo. La semana pasada ya estaba dentro de la estrategia de comunicación del Gobierno regional, aunque antes de anunciarlo en público, Aguirre quería comunicárselo en persona el presidente del Gobierno. La convocatoria a los medios de comunicación se ha producido pasada la una de la tarde en un somero mensaje en el que se citaba a una rueda de prensa en la sede del Gobierno de Madrid, en la Real Casa de Correos, a las dos de la tarde.
“Llevo mucho tiempo pensando esto, dudé muchísimo volverme a presentar. Pero dejo las responsabilidades de la primera línea", ha insistido con lágrimas en los ojos. Su inmediato sustituto será el vicepresidente regional, al que ha ensalzado: “Me parece la persona con más experiencia y mejor dotada, conoce perfectamente la Administración municipal y la Administración general del Estado... Creo que es una persona enormemente trabajadora y un gran jurista". "Los madrileños no van a notar ninguna diferencia sino que lo hará mejor”, ha remachado Aguirre. González ocupará el cargo en funciones hasta que el presidente de la Asamblea de Madrid convoque un nuevo debate de investidura, en el que será elegido, como se presupone, ya que el PP cuenta con mayoría absoluta.
“Tengo la certeza de que, para un político, es absolutamente esencial elegir el momento de su retirada y la forma de hacerla. Y este era el mejor momento. Me retiro de la primera fila de la política", ha proseguido Aguirre, sin perder la sonrisa, justo al revés que algunos de los integrantes de su Consejo de Gobierno. "No abandono la política, voy a pasar a segunda fila", ha aclarado, no obstante. La consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar, y la de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, se animaban entre sollozos.
Aguirre ha aducido que sus razones para dejar el cargo son varias. "Ustedes saben que tengo una enfermedad seria, de la que presuntamente estoy curada, ahora tengo una revisión el día 25.”, ha apuntado en referencia al cáncer de mama que le detectaron en febrero de 2011. “Pero no es eso solo. Los acontecimientos personales de mis últimos años de vida han influido. Es una decisión durísima, vivo la política con pasión, pero quiero vivir más cerca de los míos", ha dicho emocionada, al tiempo que reconocía que la política es un trabajo que exige mucha dedicación, tiempo y esfuerzo. "Y dedicarme no sé muy bien a qué. Tendré que pedir mi reincorporación como funcionaria", ha agregado, con la sala impactada por el anuncio.
Rajoy "comprende" su decisión
Preguntada sobre la reacción de Rajoy, ha dicho que no tiene por costumbre revelar conversaciones ajenas pero que cree que el presidente del Gobierno la ha "comprendido". En un comunicado hecho público poco después, el presidente del PP expresa "públicamente su reconocimiento a Aguirre por su enorme trayectoria política". En la nota, Rajoy subraya que ha mantenido "esta mañana un afectuoso y entrañable encuentro con la presidenta madrileña" en la que ésta le ha informado de su decisión y "de las razones de carácter personal que le han movido a ello". Rajoy "comprende y valora esas razones" y le ha expresado "sus mejores deseos "para esta nueva etapa.
“De lo que más orgullosa me siento es de la educación bilingüe y de lo que menos, de mis meteduras de pata", ha confesado sobre su conocida afición por hacer declaraciones a micrófono abierto, la última vez hace apenas 10 días sobre los arquitectos. "Voy a echarlo de menos todo, me divierte mucho cuando ustedes me preguntan, sobre todo de manera incisiva... Ahora voy a pasar a una segunda fila”, ha repetido la presidenta. Aguirre ha negado que su dimisión tenga que ver con divisiones internas en el PP ni con asuntos como la excarcelación del terrorista Bolinaga. "No, no, en absoluto", ha rechazado con contundencia.
"Estoy encantada de que no se haya filtrado nada", ha dicho, divertida, sobre la auténtica sorpresa que ha supuesto su adiós para todos, empezando por los propios medios de comunicación, pasando por la oposición y hasta por el propio PP. Sus últimas palabras han sido para subrayar, tajante, que no habrá vuelta atrás. "¿Ya está, ha quedado algo más?", ha dicho a los periodistas antes de levantarse y dejar la sala tras apenas media hora de comparecencia. Aguirre, fiel a su estilo, se ha ido sin perder la sonrisa.
Desde el PP, todo han sido elogios para Aguirre, como por ejemplo Ana Botella, que la ha considerado "larger than life (más grande que la vida, en inglés) por su personalidad irrepetible". Desde la oposición, Tomás Gómez—“uno se mide por el tamaño de sus adversarios y en el PP nadie tiene el tamaño de Aguirre—” ha valorado su talla política, IU ha exigido elecciones anticipadas y UPyD se ha mostrado sorprendida por este abandono en un "momento tan difícil". Y su sucesor ha mostrado en un tuit su "tristeza" y ha destacado que las dos décadas al su lado le han servido para aprender "casi todo" en política.
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