Personajes en un abismo acorazado

"El armadillo es un ser nocturno que no tiene visión de colores. Tiene buen sentido del olfato, pero no del gusto". Estos son algunos de los rasgos que definen a este animal de aspecto lampiño y caparazón imbricado. Y estas son también las características que ha resaltado la compañía Oscura Teatre para su obra La indiferencia de los armadillos, que se estrena este jueves en la sala Muntaner de Barcelona.

La idea del texto nació hace tres años. Abel Zamora, uno de los integrantes del grupo, escribió cuatro escenas compuestas por el mismo número de personajes que transitan escenarios densos, oscuros, y que -como el mamífero del título- "cruzan indiferentes la carretera". Según Sergio Caballero, director y uno de los protagonistas, el sentido de esta trama era "forzar una exigencia a los actores", poner en sus sitio a cuatro personajes "en el abismo": "El punto de partida era coger a este animal tan arcaico y darle una armadura a estos personajes".

Caballero insiste en que la descripción de estas personas incluye la "coraza" en la que viven y los ambientes con "mucho humo, sudor y sexo" en los que se desenvuelven. "Es un espectáculo duro, con cosas muy bestias y un humor muy irónico", explica el realizador, "en donde el espectador está observando a través de una mirilla".

Con una escenografía reducida y recursos limitados, Caballero ha querido dotar a la obra de una estructura circular y de un uso eficaz de estos ingredientes: "El texto está muy bien armado por escenas", indica el también productor de la obra, "pero yo quería darle algo muy cinematográfico". "La acción tiene que respirar. Rinde un espíritu de inseguridad frente a las decisiones y la nada", añade, "donde la luz tiene una incidencia fundamental".

El montaje -en el que participan, además, María Maroto y Paco Trenzano- fue galardonado a mejor espectáculo, mejor actor de reparto (Abel Zamora) y mejor texto en la XIX edición de los premios de las artes escénicas de la Comunidad Valenciana en 2010 y al mejor actor (de nuevo Abel Zamora) en la 15º Mostra de Teatre de Barcelona. "Tenemos muchas ganas de retomarla después de dos años", confiesa Caballero, "y creo que nos hemos adaptado y las transiciones son muy plásticas". Para corroborarlo, estos "retales anímicos que quedan en la memoria" -según la definió Enrique Herrera en el diario Levante- estará hasta el 7 de octubre en la sala Muntaner de Barcelona.