Los alumnos de Batres estrenan su octavo curso en barracones
Educación y la empresa adjudicataria aseguran que la obra del nuevo colegio está en marcha El solar está vallado y hay materiales para el forjado, pero hasta ahora no ha habido actividad Los padres llevan años exigiendo explicaciones por el retraso, que el alcalde lamenta
"No más barracones", dice una pancarta en la valla del colegio de Batres, un pueblo al suroeste de la Comunidad de 1.500 habitantes (aunque el 45% de la población vive en unas urbanizaciones que tienen otro municipio como referencia para los servicios públicos). Sus alumnos, en torno al centenar, han estrenado hoy su octavo curso en instalaciones provisionales. La Asociación de Madres y Padres (AMPA) lleva años de movilizaciones reclamando el nuevo centro. El alcalde, José María Henche, comprende su "desesperación", que dice compartir, pero achaca los últimos retrasos a problemas con las adjudicatarias, que espera que se resuelvan en los próximos meses. "A ver si para Navidades los Reyes nos pueden traer un colegio para los niños". La Consejería de Educación afirma que la obra empezó a finales de julio –aunque apenas se observa movimiento en el solar– y que concluirá "antes de final de año".
En 2004 había 2.992 alumnos madrileños escolarizados en aulas provisionales y en 2008 quedaban unos 700. Desde junio de 2011 no debería haber barracones en la Comunidad de Madrid, según anunció hace dos años la presidenta, Esperanza Aguirre. Los alumnos de Batres ya fueron el curso pasado la excepción de aquella afirmación. Y este, por ahora, repiten. Los módulos, más conocidos como barracones, se instalaron en 2005. Hasta entonces, los estudiantes se trasladaban a Griñón –a unos seis kilómetros–, primero, y luego a Serranillos del Valle –a cuatro kilómetros–. "La idea es que los niños estudiaran ahí un par de años, hasta que construyeran el nuevo colegio", explica Pilar Martínez, vocal del AMPA.
"Al principio estaban bien, como solución transitoria, pero ocho años después han empeorado, tienen goteras, problemas de climatización", lamenta Montse León, otra miembro del AMPA. El problema inicial fue la búsqueda de una parcela municipal para ceder a la Consejería de Educación. "Fue un proceso largo y costoso, porque el Ayuntamiento no tenía un terreno con el mínimo de 6.000 metros cuadrados exigido, con la dificultad añadida de que el 75% de nuestro término forma parte del Parque Regional del Guadarrama", explica el alcalde.
"Muchos tenemos la sensación de que ha habido cierta dejadez", apunta Antonio Gómez, padre de tres alumnas del colegio y miembro del Consejo Escolar como concejal de Agrupación de Batres (ADB). Este partido independiente (tres concejales) forma con UPyD (dos concejales) la oposición en un Ayuntamiento gobernado por el PP, el mismo partido del Gobierno regional, en minoría (cuatro concejales).
A principios de 2011 se consiguió el terreno, recuerda Henche, y en marzo de ese año el antiguo viceconsejero de Organización Educativa, Jesús Valverde, visitó Batres para colocar la primera piedra del colegio. La obra se adjudicó en mayo a la empresa Montajes e Instalaciones Electrónicas Inselec S.A., por 490.697,19 euros. El pasado enero, la consejería pidió explicaciones por el retraso de la construcción, que Inselec justificó por el concurso de acreedores de la subcontrata principal, y Educación rescindió el contrato. La nueva adjudicación, por 763.651,74 euros (un 55% más) a Cantera del Vértice S.A. se formalizó el 27 de junio de 2012.
En el solar donde debe construirse el colegio apenas hay unos hierros para el forjado, dos casetas de obra y el cartel de la antigua adjudicación, el que se veía en las fotos del acto de la primera piedra. Fuentes de la empresa han asegurado por teléfono que la obra "está en marcha" y añaden que es normal que "no siempre se vea movimiento". Los padres aseguran que "no se ha hecho nada en todo el verano", mientras que el alcalde confirma que él hasta ahora solo ha observado que se ha trasladado material a la zona. "He dejado pasar agosto, que es un mes complicado, pero estamos en contacto con la Consejería de Educación para estar muy pendientes de una obra que se ha demorado demasiado", señala Henche.
Los padres están hartos de esperar. Como medida de protesta, en junio grabaron un lip dub (vídeo musical en el que se simula doblar una canción) como protesta por el retraso en la construcción del nuevo colegio. También han intercambiado cartas con Aguirre y han activado una recogida de firmas para pedir "un colegio digno" a través de internet. "Es un retraso detrás de otro", comenta Mercedes Díaz-Delgado, todavía vicepresidenta del AMPA, aunque está a punto de dejar el cargo porque su hijo pequeño pasa este año al instituto. "El mayor estuvo un año y el otro, desde el tercer curso de Infantil (5 años) hasta 6º de Primaria. Hemos luchado mucho porque salieran de ahí todos los alumnos, pero no me ha sido posible verlo para mis hijos, ojalá que llegue para otros niños", señala.
A las puertas del colegio, alumnos como Pablo Reyher, que a sus 10 años lleva toda su vida escolar, de 1º de Infantil a 5º de Primaria en los barracones, confirman que las condiciones del colegio –cuyo interior no han podido visitar hoy los periodistas de EL PAÍS, por no solicitarlo con antelación, según la consejería– no son del todo las deseables. "En verano hace calor y en invierno, mucho frío, y cuando llueve hay goteras". Los padres también destacan lo pequeñas que son sus zonas de juego o que no puedan poner ordenadores ni pizarras digitales, por lo fácil que podrían ser robados. También resaltan que la conexión a Internet es vía satélite, lo que genera grandes problemas. La directiva y miembros del profesorado han declinado hacer declaraciones.
"Yo mismo, y no tengo hijos en el centro, estoy desesperado con este tema. Los módulos están bien, pero obviamente es mejor el colegio definitivo que todos anhelamos", admite el alcalde. La Consejería de Educación "afirma que los trabajos se iniciaron a finales del pasado mes de julio" y que concluirá "según el compromiso de la empresa constructora y como tiene previsto la consejería de Educación y Empleo, antes del final de este año". Esos Reyes que, en tono de resignada broma, espera el alcalde.
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