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Zabaleta decidió irse al conocer que López no se implicaba en su defensa

El PSE-EE niega “amiguismo” y justifica la presencia de otras candidatas

El ‘lehendakari’, durante su visita a la empresa Ramondin, líder mundial en producción de capsulas para botellas.
El ‘lehendakari’, durante su visita a la empresa Ramondin, líder mundial en producción de capsulas para botellas.JON BERNÁRDEZ

Patxi López no ha planteado batalla alguna para garantizar a Gemma Zabaleta un puesto de salida en la lista del PSE-EE por Gipuzkoa para las elecciones autonómicas del próximo 21-O. Esta sorprendente por inesperada postura fue determinante para que la consejera de Trabajo y Asuntos Sociales precipitara el anuncio de su retirada de la política activa, conocido el pasado martes. Hasta ahora, el lehendakari, quien le invitó personalmente en 2009 a incorporarse al Gobierno vasco, ha sido, además, el principal valedor de la gestión y “el hombro” recurrente de Zabaleta en sus frecuentes disputas con Rodolfo Ares. Mientras, en el socialismo guipuzcoano "nadie se rasga las vestiduras" por esta marcha e, incluso, ponen en valor el excelente trabajo de las mujeres que van a ir en las posiciones de salidas "que se merecen continuar", según detectó este diario.

Así las cosas, Zabaleta arrojó la toalla al detectar que había perdido el respaldo de López ante el comité de listas de su partido. Fue entonces cuando en el círculo de colaboradores de la consejera anidó la sospecha de que la dirección del PSE-EE le “pasaba la factura” por el apoyo expreso mostrado en su día a Carme Chacón en detrimento de Alfredo Pérez Rubalcaba. Desde Gipuzkoa, en cambio, no lo ven así bajo el argumento de que “Zabaleta no es una persona que ambiciona, que pide un puesto en las listas”. Sin embargo, en el entorno de la consejería, se sigue sin entender cómo el lehendakari ha dado un paso atrás habida cuenta de que la consejera ocupó el cuarto puesto en las listas de 2009. La respuesta crítica más recurrente es que “ha dejado todo en manos de Rodolfo Ares”.

La consejera tuvo mucho apoyo del ‘lehendakari’ en sus disputas con Ares

¿Podría deberse a un castigo por su labor controvertida en el Gobierno habida cuenta de las polémicas abiertas durante su mandato? Las opiniones consultadas lo descartan, aunque hay más de una que recuerda los permanentes enfrentamientos con Ares, el coordinador político del Ejecutivo y ahora, de nuevo, máximo responsable de la estrategia electoral. Han sido, según recuerdan testigos presenciales, dialécticas avivadas a partir de agravarse la situación económica. En concreto, la primera reducción de la Renta de Garantía de Ingresos elevó las diferencias entre ambos. Zabaleta se resistía a un recorte del 7%, mientras Ares lo entendía obligado para evitar así una mayor sangría de las cuentas. Pero todavía quedaba por llegar la petición de otro ajuste del 5%, que ya exasperó definitivamente a la consejera. Como venía ocurriendo al final de cada disputa, Zabaleta apelaba a la intercesión del lehendakari, de quien recibió "amparo" en más de una ocasión.

En su día, para la consejera había supuesto todo un gesto la invitación personal de López para que formara parte del primer Gobierno vasco socialista. Quedaban superadas así las diferencias exhibidas entre ambos cuando pugnaron, junto a Carlos Totorika, por el liderazgo del socialismo vasco tras el vacío de Nicolás Redondo Terreros. El lehendakari, de paso, incorporaba con total intención a una persona implicada históricamente en materias tan espinosas como el empleo y los asuntos sociales y, además, aunaba sensibilidades para aposentar la creciente unidad interna, exultante entonces por sus perspectivas políticas.

El sector mayoritario en Gipuzkoa niega valor electoral al ala vasquista

En este clima de entendimiento uno y otro apretaron los dientes cuando la debilidad parlamentaria de Zapatero puso en bandeja al PNV el éxito político de las transferencias activas de empleo, todo un sopapo para el bisoño Gobierno López. “Aquellos sí que fueron momentos duros para Zabaleta, que vio herido su orgullo político como socialista y como consejera, pero ahora no creo”, recuerda un anterior cargo del Ejecutivo vasco.

Mientras, la controlada indignación en Trabajo y Asuntos Sociales por el desprecio a su responsable contrasta con la normalidad dispensada en el PSE-EE de Gipuzkoa a este abandono. Eso sí, desde aquí se pone especial énfasis en negar que el “amiguismo” haya marcado el criterio en la elaboración de la lista por este territorio para el 21-O. “Sí es habitual que vayan ministros en las listas, pero Zabaleta ha dicho que estaba cansada, es verdad, y hay otras personas que también fueron antes y que lo hacen ahora y no por amiguismo si no por valorar su trabajo, porque también son conocidas”, señaló ayer un dirigente socialista a este diario.

En este clima de frialdad ante la retirada de Zabaleta también se inscribe la "nula repercusión" que, a juicio del sector dominante del socialismo guipuzcoano, puede tener la pérdida de referentes internos del ala vasquista, una vez confirmado el abandono de Jesús Eguiguren. "En estas elecciones, con una ausencia de violencia y con participación de la izquierda abertzale, un posicionamiento vasquista por nuestra parte no da ningún rédito", apunta la misma fuente antes de advertir de que "el PSE-EE volverá a su electorado típico, al histórico, al del trabajador y será prácticamente igual en los tres territorios".

Para este exconsejero, “las urnas ya nos dieron ese plus con los extraordinarios resultados que consiguió en su día Miguel Buen, llegando al 30%, pero ahora todo aquel reconocimiento a nuestra contribución por la paz se lo va a llevar EH Bildu”, a quien sin embargo, le augura “peores resultados de los que imaginan” porque, dice, “la gente va a valorar la pésima gestión que están haciendo en Gipuzkoa y eso va a favorecer al PNV”.

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