López intenta evitar cualquier conflicto interno en la elaboración de las listas
La dirección del grupo se verá diezmada si Txarli Prieto lamina a los renovadores
Patxi López, desde ayer formalmente candidato a la reelección como lehendakari por decisión unánime del Comité Nacional del PSE, afronta esta semana el reto de lograr que las organizaciones de su partido elaboren las listas para el 21-O con el menor ruido interno posible. Bajo su supervisión, y al tiempo que se abre el plazo de propuestas por las agrupaciones locales, los secretarios generales de los tres territorios inician hoy sus movimientos de cara al planteamiento que harán a las ejecutivas el próximo viernes, incluidas las conversaciones con cada uno de los actuales parlamentarios y con futuros candidatos.
La situación de los socialistas es delicada. Al igual que el PNV y el PP sufrirán la merma de escaños con respecto de 2009 que acarrea la vuelta de la izquierda abertzale a la Cámara, que puede detraer en torno a una veintena de escaños al reparto actual.
Los socialistas podrían bajar de sus actuales 25 escaños a 17, según la última estimación de voto, la del Euskobarómetro. El PSE maneja encuestas algo más favorables, que datan de mayo, y esperan el resultado de otra que realizarán este mismo mes.
Solo una consejera ha trasladado ya al ‘lehendakari’ que no será candidata
Además de esa pérdida de escaños que sufrirán los tres partidos, los socialistas añaden la necesidad de hacer sitio en las candidaturas a los consejeros que lo deseen, y ello tanto por razones de eficacia —para rentabilizar su gestión durante la campaña— como de cautela para los interesados si no repiten en el futuro Ejecutivo.
Por ahora, y descontados los cuatro independientes —Carlos Aguirre, Rafael Bengoa, Bernabé Unda y Blanca Urgell— solo la titular de Medio Ambiente, Unzalu, ha comunicado ya al lehendakari que preferiría no figurar en las listas, según confirmó a EL PAÍS. Unzalu abre así en Álava un hueco que compensa el que ocupará el propio López, aunque aún no es oficial su candidatura por ese territorio. La primera pista la dio ayer la defensa vehemente que hizo de ella el exalcalde de Vitoria Patxi Lazcoz.
Las frases
“Ni encuestas, ni vaticinios ni augurios de nadie: me presento para ganar. Este país necesita que siga gobernando el PSE. La sociedad vasca no quiere volver a los viejos debates y enfrentamientos”.
“La esencia de nuestro Gobierno ha sido dar respuestas a los problemas reales y no dividir, ni recortar lo que garantizar la igualdad”.
“Hace cuatro años no se atendía la crisis porque el Gobierno de entonces decía que era cosa de españoles, que a nosotros no nos afectaba, y se aumentaba el gasto exponencialmente”.
“Hemos derribado el mito de que solo los nacionalistas podían gobernar Euskadi. Somos un partido creíble”.
El partido tendrá que guardar otra plaza de salida para el actual Comisionado para la Paz y la Convivencia, Jesús Loza, quien sí desea ser candidato. La importancia de estos condicionantes reside en que Álava es el territorio donde más posibilidades hay de que se registre un choque entre el aparato dirigido por Txarli Prieto y el sector renovador que tomó forma en febrero en torno al concejal vitoriano Juan Carlos Alonso. López ya habló con él, fuera del contexto de elaboración de las listas, y lo ha hecho también con Prieto, según fuentes de la dirección del PSE. A ambos el lehendakari y secretario general les pidió responsabilidad, en un momento tan delicado como unas vísperas electorales y en la única circunscripción donde los socialistas pueden aspirar a ganar.
La principal incógnita es si el aparato encabezado por Prieto lamina a los cinco parlamentarios alaveses que se alinearon en febrero con Alonso: Loli Escudero, Esozi Leturiondo, Joana Madrigal, Óscar Rodríguez y Natalia Rojo. Madrigal fue segunda tras Prieto en 2009, y los dos últimos son miembros destacados de la dirección del grupo parlamentario, como secretario general y vocal, respectivamente. Su exclusión, añadida a la retirada de su presidente, Jesús Eguiguren, dejaría en menos de la mitad la dirección, de la que solo quedarían dos de sus actuales cinco integrantes: el portavoz, José Antonio Pastor, y la vocal Miren Gallastegui.
En la lógica de los aparatos de los partidos cuando afrontan desavenencias internas y en un momento en que el PSE alavés solo ve garantizados del todo seis escaños, la inercia será que los fieles a Prieto ocupen los primeros puestos. Sin embargo, parece poco probable que López transija sin forzar algún tipo de equilibrio.
Bizkaia y Gipuzkoa tienen que realizar también ajustes en sus listas y hacer sitio, en el primer caso, a las consejeras Idoia Mendia e Isabel Celaá, y a Gemma Zabaleta en el segundo, salvo renuncia voluntaria, como en el caso de Unzalu. Pero ni una ni otra organización se registra la disputa interna que se produce en Álava.
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