Fichajes sobre el límite
Todos quieren ahorrar o ganar el último euro en los minutos finales
Clubes que esconden futbolistas y hasta envían cámaras de su propio canal televisivo a aeropuertos donde no aterriza ninguno, presidentes que convierten en costumbre manejar el fax y el correo electrónico al filo de la bocina, futbolistas como el ex deportivista Lassad que firman con dos equipos distintos de la mano de representantes diferentes u otros que un día pasan reconocimiento médico con un equipo y ni 48 horas después se presentan con otro. El final del mercado de fichajes en el fútbol profesional es algo más que un zoco, es una suerte de locura en la que todo el mundo quiere ahorrar o ganar el último euro, resolver en minutos lo que debió cerrarse en meses.
Todo se sobredimensiona cuando el objetivo es fichar un delantero. El gol nunca está de rebajas y Celta y Deportivo aguardaron hasta el final para reforzarse en la delantera, aunque solo los vigueses lo consiguieron. “Estoy satisfecho”, resolvió el técnico celeste Paco Herrera después de saludar al coreano Park Chu-Young, del que glosa su polivalencia. “No estamos tan lejos del equipo que debe competir bien en Primera”, explica el entrenador del Celta. Durante el verano, y tras las dos primeras jornadas en las que De Lucas y Iago Aspas compartieron línea de ataque, se debatió sobre la necesidad de apuntalar la plantilla con un delantero. Al final salió Jota, una de las perlas de cantera que nunca convenció a Herrera, con dirección al segundo equipo del Real Madrid, y llegó un futbolista dúctil que se acopla lo mismo a un flanco que a la segunda punta, también a ser referencia arriba, de rendimiento desigual en tres temporadas en el Mónaco, del que salió tras el descenso a Segunda del hace ocho años finalista de la Liga de Campeones. La campaña pasada lució el dorsal nueve en el Arsenal, que pagó 2, 2 millones de euros por una apuesta de Arsene Wenger que a la postre solo disputó seis minutos en la Premier League. Ahora llega cedido a Vigo, dispuesto a recuperar el año en blanco. “Jugaré como un coreano, sin rendirme jamás”, promete.
Para el Deportivo vivir al límite el 31 de agosto es ya una tradición. A esa fecha llegó con una única mira según había anunciado su entrenador José Luis Oltra. “Por número preferiría que se incorporase a un delantero más, pero tampoco es algo imprescindible”, aclaró el técnico valenciano, que durante sus 15 meses en el club jamás ha entrado en contradicción con las decisiones de fichajes aun cuando el lateral izquierdo arrojó dudas desde que el equipo retomó el trabajo el pasado julio. En esa demarcación Ayoze se cayó mediada la pasada campaña de la titularidad y no parece contar de inicio en ésta. Y el recién llegado Evaldo suscitó dudas en sus primeras actuaciones por sus desatenciones en la marca. A Oltra se le preguntó en rueda de prensa posterior al Trofeo Teresa Herrera si contemplaba incorporar un nuevo zaguero. Esbozó una sonrisa irónica y espetó: “Tenemos tres laterales derechos, cuatro centrales y dos laterales izquierdos, ¿y tú traerías un defensa? Vale, siguiente pregunta”. El pasado sábado en el palco de Riazor estaba Tiago Pinto, un lateral izquierdo del Río Ave luso, sentado al lado de Ernesto Bello, director deportivo del club. Lendoiro confirmó luego que se incorporaría al club con ficha del filial para estar a disposición del primer equipo gracias a una circular federativa de la pasada semana que permite que los menores de 25 años puedan hacerlo. Pinto los cumplirá el próximo febrero y su entrenador, que aquella noche del Teresa Herrera emplazó a “hacer valoraciones tras el cierre del mercado” las declina ahora. “Mis análisis quedan para dentro. Son cuestiones para el director deportivo y el presidente. El club ha depositado expectativas altas en un futbolista y a ver si se cumplen”.
Oltra pudo haber quedado satisfecho si el club hubiera sustanciado la incorporación de Christian Stuani, delantero que jugó la pasada temporada en el Racing de Santander, y que hubiera completado un elenco variado junto a Riki, Nelson Oliveira y Bodipo. El uruguayo, futbolista de características similares a las de Xisco por corpulencia y remate, superó las pruebas médicas con el Deportivo el pasado lunes, luego cenó con Lendoiro. El miércoles lo hizo con otro. “No hubo acuerdo y cuando surgió el interés del Espanyol dije que era donde quería ir”, resumió. Fue entonces cuando se produjo un aluvión de ofertas de representantes en la sede del club blanquiazul. La tarde del 31 se valoró la de Iván Klasnic, un internacional croata que da la impresión de haber vivido sus mejores días como futbolista. “Seguiremos trabajando, pero no tenemos urgencias”, augura Lendoiro. El Deportivo ha dejado sin inquilino al dorsal número 12 y podría incorporar en cualquier momento a un jugador que esté sin equipo. Seguramente dependerá de si a futbolistas como Riki no le golpean sus recurrentes lesiones, de si los resultados y los rendimientos solapan, como en este inicio liguero, las necesidades señaladas por el entrenador.
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