Un derroche de plumas
'Le Chat Noir’ llena el Campos Elíseos del ambiente de cabaré Humor, contorsionismo y ‘striptease’ se suman en el espectáculo
Un derroche de plumas y lentejuelas llega a la sala Cúpula, del Teatro Campos Elíseos de Bilbao. Son exigencias del espectáculo de cabaré Le Chat Noir, que se presenta en Bilbao como el “más canalla y descarado de la Aste Nagusia”, con más de hora y media de números que despliegan las referencias clásicas del género: humor, baile, contorsionistas y striptease.
El motor de Le Chat Noir es el showman aragonés Nacho Embid. Es el presentador, el responsable de subir el ritmo del espectáculo con un toque de humor picante, cantante, el hilo conductor de más de hora y media de espectáculo que se pasea entre las mesas del local sin perder ni la sonrisa ni el equilibrio sobre sus botines de tacón.
El ‘showman’ aragonés
Las bailarinas descubren que es más que el director artístico. “Nacho cose hasta el último detalle de los trajes que llevamos sobre el escenario”, dice Rita Cadillac, una guapa morena que presume de nombre artístico, porque así le bautizó un gran defensor del cabaré, el director de cine Bigas Luna. “Soy hasta el chico de los recados”, bromea Embid.
En cuanto se maquilla y se viste para el escenario Nacho Embid se convierte en Nacho de Noche. Hace dos años, ya probó fortuna en la Aste Nagusia y la experiencia le animó a repetir este verano. “Bilbao es una ciudad muy cabaretera”, asegura. “El público tiene costumbre de ver este tipo de espectáculos. La Otxoa ha hecho mucho en Bilbao a favor del cabaré”, añade.
“Bilbao es una ciudad muy cabaretera”, apunta el director artístico
El título de espectáculo es un homenaje al mítico Le Chat Noir de París, el cabaré que animaba las noches del barrio de Montmartre a finales del XIX. No llegó a vivir el cambio de siglo, pero ha inspirado locales en medio mundo y sigue alimentando la fantasía de los artistas de cabaré. “Eran especialistas en sombras chinescas, lo único que nosotros no hacemos”, recuerda Embid.
La fórmula de su espectáculo burlesque no se aparta del canón en su relación con el público, que mientras asiste a los números toma una copa o cena. Embid defiende el ritmo en la sucesión de actuaciones, cortos en la duración y variados para mantener el interés. “No es el cabaré clásico. Tenemos burlesque, pero también circo o toques de revista y un humor descarado que sabe no traspasar los límites”, detalla.
Rita Cadillac, como el resto de los chicos y chicas que componen Le Chat Noir, lleva mucha piel al aire en el espectáculo. “No hace falta un cuerpo escultural para lucirlo desnudo en el cabaré”, asegura su director artístico. “Hay que superar los estereotipos y aceptar que los gustos son diferentes. Lo que es necesario es tener carisma”. ¿Y una buena voz ser cantante de cabaré? Embid responde con un ejemplo: “Yo prefiero que en un espectáculo de este tipo cante un Joaquín Sabina que un Pavarotti”.
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