Zozobra bajo los pies del jeque

Tan efímera es a veces la alegría en la casa del pobre que puede resultar desconcertante. Quién le iba a decir hace dos veranos a los sufridos aficionados del Málaga Club de Fútbol resignados a moverse siempre en los vaivenes entre la Primera y la Segunda División, que su equipo iba a ganarse una plaza en la Champions League en la segunda temporada bajo la presidencia del jeque Abdullah Al Thani. Increíble pero cierto.

Ahí está el Málaga, que aquel verano se salvó del descenso en la última jornada, preparándose para recibir el próximo miércoles 22 en La Rosaleda al Panatinaikos en la eliminatoria previa de la más prestigiosa competición de clubs. Pero sin el mínimo entusiasmo. Y es que cómo iba a sospechar nadie que, logrado el hito, no iba a haber tiempo de saborearlo. Porque con más celeridad que lo levantó, el jeque midas desmonta el tinglado al poner en venta a las principales figuras que él mismo fichó para el éxito e, incluso, al tratar de deshacerse de las acciones del club, sin que nadie explique con claridad las razones del desencaprichamiento. A estas alturas no se sabe quienes formarán la plantilla del Málaga, que dentro de 10 días se medirá con el campeón griego.

La ciudad deportiva tiene asignado uno de los mejores terrenos de Málaga

El verano pasado a estas alturas, el Málaga se había gastado en torno a 60 millones de euros en fichajes, más que ningún otro club europeo. Este año ni un solo céntimo, y algunos de aquellos futbolistas de relumbrón como Cazorla o Mathijsen acaban de ser vendidos.

El jeque Al Thabi guarda silencio y distancia. Así lo hizo siempre, cuando en el verano de 2010 la Costa del Sol se puso a sus pies creyendo que se trataba de un rey midas que venía a inyectar dinero e ilusión en una incipiente crisis. Hasta ahora nunca importó esa distancia, porque había hechos, aunque se pusieran en cuestión las peculiares formas de gestión, pagando pero sin respetar los plazos marcados por las organizaciones futbolísticas, motivo por el que meses atrás renunció a su puesto de director general Fernando Hierro.

Ahora que los hechos evidencian un repliegue, el silencio del jeque produce zozobra. Y no solo en los aficionados al fútbol. Ese silencio amparó que se especulara con su presunto interés en todo proyecto estancado, y se llegó a publicar que el jeque quería construir el puerto deportivo y el auditorio de música, o que se haría cargo de las torres de Repsol.

Ahora se especula con lo contrario, y se teme que Al Thani haya decidido dar portazo a la Costa del Sol. Aunque los Ayuntamientos de Málaga y de Marbella, donde tiene sus intereses económicos, insisten en que no han recibido ninguna señal al respecto.

Al Thani espera el visto bueno de la Junta al puerto en Marbella

Es más, la junta de gobierno local aprobó ayer el plan especial de ordenación de Arraijanal con La Academia del Málaga. El jeque se empeñó en ubicar la ciudad deportiva en este espacio, la última parcela de suelo virgen junto al mar que queda en el término municipal. La Academia ocupará 105.000 metros cuadrados de los 500.000 del futuro parque de Arraijanal. Al ser sistema general para uso público, el Ayuntamiento hará una cesión de derechos de utilización del suelo a una fundación del Málaga.

El Ayuntamiento se ha apresurado a negociar con los propietarios la obtención del suelo, mediante compensaciones en derechos edificatorios en otra zona, celeridad sorprendente si se tiene en cuenta que hay suelos de sistemas generales del plan de 1997 que aún no ha adquirido.

En Marbella, el jeque ganó el concurso público para la ampliación del puerto deportivo de La Bajadilla en una sociedad con una empresa pública del propio Ayuntamiento, que tiene una participación del 3%. La inversión estimada de este proyecto, la primera obra pública ensayada por la Junta mediante el sistema de cofinanciación, es de 109 millones de euros. Para la Administración autonómica es una operación muy interesante. La parte privada adelanta la inversión de la obra civil, pero como también se le ha concedido la explotación por 40 años, cuando empiece el plazo para amortizarla lo compensará con el canon que recibirá de la concesionaria.

La Bajadilla contará con 541 nuevos atraques —ahora tiene 262—, un muelle para cruceros y una superficie comercial de 23.000 metros cuadrados, y sus nuevas plataformas tendrán forma circular.

El proyecto acumula retrasos porque el otro licitador, un consorcio de empresas locales, presentó un recurso que fue desestimado. El contrato se firmó en diciembre pasado y en junio, apurando el plazo de seis meses, la sociedad presentó el proyecto de ejecución, que tiene en examen ahora la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, que debe pronunciarse a finales de mes.

Entretanto, la alcaldesa, Ángeles Muñoz, apura conversaciones con el Ministerio de Medio Ambiente para que no haya trabas al proyecto de zona comercial, que incluye un hotel con más de 200 habitaciones en el muelle exterior, en zona de dominio público marítimo.

Un concejal de Marbella niega la versión popular de que el enfado del jeque por las trabas a su proyecto para La Bajadilla sea el motivo de sus recortes en el Málaga, e insiste en que todo sigue adelante.