Cinco años para lograr que una empresa vigile a sus empleados
“Michelin no utiliza amianto en el proceso productivo”, argumentó la empresa en 2007 para evitar una investigación a raiz de que a uno de sus empleados, Francisco Javier Martínez Díaz de Zugazua, le diagnosticaran un mesotelioma pleural.
Falleció un domingo de noviembre de 2008 después de 34 años en la empresa sin poder celebrar al menos la victoria de que la Inspección le reconociera, como después sucedió, el caracter profesional de su enfermedad. El Servicio de Prevención, y los técnicos de Osalan (Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral), ratificaron en un primer momento las tesis de la empresa de que en el proceso productivo de Michelin-Vitoria no se empleaba amianto, hasta que una sentencia del Tribunal Superior de 2006, pero referida a hechos de 1997, que adelantó EL PAÍS, declaraba en uno de sus hechos probados la existencia de “mantas de amianto” en las prensas de neumáticos.
Los sindicatos, CC OO, ESK y CGT forzaron a Osalan a reabrir la investigación, y ante las evidencias cambió su criterio, arrastrando a la Inspección que ratificó el nuevo informe de Salud laboral. Tras descubrir las maniobras de ocultamiento de datos de Michelin, abrieron la puerta al reconocimiento profesional de la enfermedad de Francisco Javier Martínez y obligaron a la empresa a hacer revisiones médicas preventivas.
Desde 1996
Esos sindicatos documentaron además que aunque el amianto venía retirándose desde 1996, se utilizó como aislante térmico de tuberías de calorifugado, prensas de cocción, prensas MIX o sus cuadros de fluidos, así como falsos techos, fachadas y cubiertas.
El Manual de Maestría, recoge el uso de las mantas de amianto para evitar incendios en tareas de soldadura. Michelin figura como una de las empresas importadoras de amianto durante los años 1965 y 1975. Todos estos datos fueron pasados por alto en el primer informe de Osalan y de la Inspección de Trabajo.
Pese a todo, y a que la Inspección concluyó en febrero de 2009 que Michelín utilizó el amianto sin proteger adecuadamente a sus trabajadores, y le obligó a hacer reconocimientos médicos a los posibles afectados, la empresa se lo tomó con calma. El 20 de diciembre de 2011 comunicó que había realizado 107 reconocimientos a 76 trabajadores, de los 183 que unilateralmente había elegido. La Inspección le ha dicho ahora que su empeño resulta claramente insuficiente.
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