La cofradía pesquera de Barbate se declara en quiebra

La cofradía de pescadores de Barbate (Cádiz), uno de los municipios marineros de la provincia gaditana, atraviesa una delicada situación económica. “Más que un momento crítico es una quiebra”, admite el patrón mayor, Ambrosio Ruiz. La lonja vivió ayer una jornada de huelga por los impagos acumulados a sus trabajadores. La cofradía ha decidido entregar la concesión de esta instalación y de la fábrica de hielo a la Agencia Pública de Puertos de Andalucía ante la imposibilidad de mantener su gestión.

La lonja no ha tenido actividad porque a sus ocho empleados la cofradía de pescadores les debe los sueldos de cinco meses. Los barcos decidieron no salir a faenar en solidaridad con esta medida. Iba a haber otra jornada de movilizaciones el lunes pero han conseguido cobrar 1.000 euros, con lo que han decidido postergar sus protestas. Pero la situación está lejos de arreglarse. El patrón mayor ha admitido que se ha planteado la dimisión ante las enormes dificultades económicas para hacer frente a pagos básicos. La fábrica de hielo no funciona desde hace diez días. Esto está dificultando la labor diaria de los pescadores y la lonja. “La solución pasa porque volvamos a Marruecos y aquí entren más productos. Ahora mismo esto no es rentable”, señala Ruiz.

“Sin actividad no hay ingresos, y sin ingresos, no podemos pagar”. El patrón mayor resume con suma facilidad la quiebra técnica que padece la entidad, que ha planteado también presentar un concurso de acreedores. De momento, lo que ya es oficial es la renuncia de la gestión de la lonja y la fábrica pesquera. La Agencia Pública recibirá estas instalaciones y decidirá si gestionarlas desde lo pública o entregarlas a otra entidad privada.

 La deuda acumulada de la cofradía se acerca a los 50.000 euros. La gran mayoría de barcos que salen de Barbate y faenan en el Golfo de Cádiz han optado por descargar en la lonja de la capital gaditana. La gran esperanza del sector es conseguir que la Unión Europea y Marruecos alcancen un acuerdo para renovar el convenio pesquero con el país africano, aunque nada se sabe de las negociaciones. Es la esperanza para este puerto porque la mayoría de barcos que faenan ahora en el caladero nacional han dejado de usar las instalaciones pesqueras de Barbate por comodidad y medida de ahorro de combustible.