Evitar una guerra interna por la lista
El desembarco del vizcaíno Patxi López al frente de la lista alavesa del PSE en las próximas elecciones autonómicas trata también de frenar una guerra interna a la hora de elaborar la lista, pero no lo logrará. Si acaso, su presencia y lo mucho que está en juego en Álava, servirá solo para mitigarla en alguna medida. Pero, desde ese punto de vista, también puede surtir el efecto contrario, al privar a la organización local del partido de un puesto en el reparto de nombres. Es decir, lo que se supone que resulta esencial para ganar en votos —la presencia de López al frente de la papeleta—, se convierte en un problema a la hora de elaborar la lista.
En buena lógica, Txarli Prieto concurrirá en el segundo puesto. Como la previsión más repetida adjudica al PSE seis escaños —tres menos de los que obtuvo en 2009— y tiene que reservar tres puestos de ese primer tramo de la lista a otras tantas mujeres, solo quedará sitio para otro hombre. O lo ocupa el actual secretario de la Mesa del Parlamento, Mikel Unzalu, o lo hace el secretario general del grupo parlamentario, Óscar Rodríguez.
Y ello siempre contando con que no regresen a las listas personas como Jesús Loza, en la actualidad vomisionado del lehendakari para la Paz y la Convivencia o que el sector renovador del partido no quiera llevar al Parlamento a quien se puede presumir como alternativa interna a Prieto: Juan Carlos Alonso. Este fue el delegado que ese sector arañó para el pasado congreso federal del PSOE de Sevilla.
