La música popular en vivo se hunde en Valencia, según el anuario de la SGAE

La imagen saludable de la música popular que proporciona la gran afluencia de visitantes a los festivales litorales valencianos, es decir, el FIB, el Rototom, el Low Cost o el Arenal Sound, es solo un notable espejismo. En realidad, “el descenso importantísimo de espectadores de la música popular en vivo”, confirma Rubén Gutiérrez, de la SGAE, “supera con creces el comportamiento negativo registrado en el Estado español”. La música en vivo va a la deriva, de ahí el reiterativo “no hay bolos” de nuestros músicos de jazz, folk o pop.

El anuario de la SGAE, cuya dimensión autonómica ha sido dada a conocer este martes, pone de relieve un dato desastroso para los músicos de jazz, pop, folk o tecno en la Comunidad Valenciana. Mientras a partir del cambio de tendencia de 2008, la música popular en vivo mostró a escala estatal un descenso del 12,2% en número de conciertos, y del 23,2% en cuanto espectadores, en tierras valencianas los respectivos descensos fueron del 21,08% y del 43,74%. Solo se comporta menos mal el escenario valenciano en el caso de la recaudación, ya que esta desciende un 7,8%, mientras la del Estado baja un 11,3%, todo gracias a los festivales comentados al principio.

“Disminuyen sobre todo los conciertos pequeños”, matiza Gutiérrez. ¿Por qué ha perdido más espectadores que recaudación? “Porque los grandes conciertos y festivales siguen teniendo un tirón importante de público”, aclara. Según datos ofrecidos en junio por la propia SGAE, fueron los citados festivales, así como los conciertos de Julio Iglesias, Shakira y David Gueta, los grandes éxitos de recaudación. “Es precisamente la oferta menor, más diseminada, la que influye menos en la recaudación, porque muchos son conciertos gratuitos, o a taquilla, pero al fin y al cabo estos conciertos, a menudo en pequeños municipios, son los que su desaparición influye más en términos de público”.

Las representaciones de lírica disminuyen un 40% en cuatro años

En el apartado de ópera y zarzuela la escena valenciana no sale mucho mejor librada, según los datos del Anuario de las artes escénicas, musicales y audiovisuales 2012. Desde 2008, el número de representaciones ha caído un 39,86% (19,9% la media nacional); el de espectadores el 31,86% (frente a un 24%), y la recaudación en taquilla un 42,85% (27,2%). Si se observan las variaciones entre 2010 y 2011, siempre a la baja, la única mejoría relativa de la lírica valenciana respecto a la estatal se produce en la recaudación, que se sitúa en el -11%, frente a la caída del 17,49% de la media estatal.

El comportamiento de la música clásica en Valencia presenta una dinámica distinta a la del conjunto del Estado español en sentido positivo, subraya Rubén Gutiérrez, como viene siendo habitual. No sólo no registró descenso de asistencia desde 2008, sino que “incluso ha habido un ligero incremento”. Todas las cifras en la Comunidad Valenciana (un descenso del 2,19% en conciertos, un aumento en el número de espectadores del 6,79% y un descenso del 11,8% en la recaudación), son mejores que las medias nacionales. Encabezó en 2011 la lista de autonomías en número de conciertos.

Las funciones de danza

En las artes escénicas, (teatro y danza) el comportamiento, dentro del marco negativo general, es irregular. En la Comunidad Valenciana la disminución del número de representaciones de 2008 a 2011 (un 40%) ha sido muy superior a la media nacional (un 18,7%). Aún así, las cifras todavía son peores en el caso de la danza valenciana, con una caída del 67,27% en el número de funciones (un 37% a escala estatal). En cuanto al número de espectadores de las artes escénicas, descendió durante esos años en la Comunidad Valenciana un 16% (un 18,7% de media nacional), aunque cabe destacar que el descenso sería mayor de no haberse producido un llamativo repunte en los escenarios valencianos de casi 80.000 espectadores entre 2010 y 2011. Se desconocen las razones de ese incremento, aunque coincide con el progresivo aumento de salas e iniciativas de pequeño formato impulsadas por actores y compañías en el sector.

Respecto al cine, desde 2008, los pases en las salas valencianas se han reducido un 17,27%; el número de espectadores, un 11,85%, y la recaudación un 3,06%. Son cifras todas superiores a las estatales, que se sitúan, respectivamente, en un -8,3%, -9% y, por fin un número positivo, un 2,2% de recaudación. “En el cine la oferta se resiente menos porque no depende tanto de los presupuestos públicos y la gran criba se hizo hace años”, explica Rubén Gutiérrez. “La diferencia en sentido de la recaudación respecto a la Comunidad Valenciana, obedece sobre todo a la influencia de las sesiones de 3D”.