Rechazo a la repatriación “unilateral” de cooperantes en el Sáhara

Una veintena de asociaciones vascas de apoyo al Pueblo Saharaui firmaron ayer un comunicado rechazando la decisión “unilateral” del Ministerio de Exteriores; repatriar de forma urgente a los cooperantes allí presentes. En la nota, las organizaciones niegan que exista “riesgo alguno de ataque terrorista contra los campamentos del Frente Polisario” y aseguran que “las razones aducidas de falta de seguridad no concuerdan con el análisis de las autoridades argelinas y saharauis ni de personas expertas en seguridad de la zona”.

En el comunicado las asociaciones declaran con convicción que las medidas tomadas tras el reciente secuestro de tres cooperantes han hecho que “el trabajo en los campamentos sea más seguro que nunca”. En ningún caso, apunta la nota, “se asumen más riesgos que en otra parte del mundo”. Apuntan a que la inestabilidad política y social de los países del Sahel y en particular del norte de Malí debe combatirse “con una política clara y eficaz de ayuda al desarrollo de las poblaciones autóctonas” y no con “medidas militares”.

Entre las entidades firmantes se encuentran, entre otras, MunduBat, las asociaciones de amigos y amigas de la RASD de las tres provincias vascas o Hegoa. Todas ellas consideran que la medida anunciada por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, “no ha sido consensuada” ni con las autoridades legítimas saharauis ni con las ONGs presentes en los campamentos de refugiados. En el comunicado afirman que se trata de “un gasto inútil encaminado a encubrir la voluntad del Gobierno español de reducir la escasa ayuda que presta al Sáhara Occidental” y a “presionar políticamente al Frente Polisario”.

“Seguiremos ahí”

Las veinte organizaciones firmantes reiteraron ayer su voluntad de seguir cooperando con “el desarrollo y la libertad del Pueblo Saharaui” y de mantener su presencia en los campamentos y las zonas ocupadas “en la medida en que sea necesaria y así lo consideren el Frente Polisario y la RASD”.

La nota va más allá al considerar que aislar los campamentos y “frenar los procesos de desarrollo que se acompañan desde la cooperación internacional es una violación de los pactos internacionales y los derechos fundamentales”. Por último, también se criticaba “la política de anexión y genocidio del pueblo marroquí”.