El Gobierno catalán augura un “otoño caliente” si el PP le deja de apoyar
ERC se ofrece a los nacionalistas como aliado para impulsar el pacto fiscal
La aprobación en el Parlament del pacto fiscal ha hecho aumentar un grado más la tensión entre Convergència i Unió y el Partido Popular. Ambos partidos han combinado desde que se inició la legislatura los rifirrafes verbales con una férrea alianza parlamentaria que ha permitido al Gobierno de Artur Mas tirar adelante los recortes presupuestarios. Pero la apuesta por el concierto económico enervó al PP, hasta el punto que la líder del partido, Alicia Sánchez-Camacho, amenazó con retirar el apoyo a CiU en la cámara catalana. El Ejecutivo respondió este lunes: según el consejero de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, se augura "un otoño caliente" por la "conflictividad" entre el Gobierno de CiU y el del PP. En declaraciones a TV-3 recogidas por EFE, el consejero retó a Sánchez-Camacho: "Ella sabrá qué debe hacer en septiembre".
El PP se da de plazo hasta el debate de política general de otoño para decidir si sigue ayudando al Gobierno catalán. "Creo que se necesita una reflexión seria sobre las relaciones que en estos momentos tienen CiU y PP", dijo Sánchez-Camacho.
Frente al presunto enfriamiento de la alianza de CiU y PP, Esquerra se ha perfilado los últimos meses como alternativa para apoyar las medidas del Gobierno catalán. Desde que Oriol Junqueras tomó las riendas del partido republicano, en septiembre de 2011, ERC ha mostrado siempre la mano tendida al Ejecutivo de Mas, incluso para acordar los presupuestos. Ante las amenazas del PP, la secretaria general de la formación independentista, Marta Rovira, emplazó a CiU a romper su alianza con los populares y a aliarse con ERC para impulsar el pacto fiscal: “Que rompan los acuerdos, los que tienen en todas las instituciones, y que se pongan al lado de la gente para recaudar todos los impuestos”.
Las facilidades de los republicanos se han agudizado tras el acuerdo sobre el pacto fiscal: gracias a los votos de ERC, Mas se ha ahorrado explicar en el Parlament la presunta financiación irregular de Convergència a través del Palau de la Música.
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