El pulso lo ganaron los de la raya roja
Julio Moreno preside la Asociación Gremial del Taxi de Madrid, la mayoritaria del sector en la región con 9.000 afiliados
“¡Julio, tú no te dejes! ¡Julio, tú no te dejes!”. Esas fueron las palabras que corearon el viernes al unísono decenas y decenas de personas frente al Ministerio de Economía. Se lo gritaban al presidente de la Asociación Gremial del Taxi, Julio Moreno, que con 9.000 afiliados (hay 15.700 licencias en Madrid) es la mayoritaria del sector. Detrás quedaban dos kilómetros de manifestación por el paseo de la Castellana, con 3.000 asistentes; pitidos, y claxones sonando sin parar; y una veintena de coches dañados.
La movilización de este sector siempre resulta dura. Los taxistas saben que, con sus coches y, sobre todo, con su unión, son capaces de paralizar una ciudad entera por muy grande que sea. “El taxi unido, jamás será vencido”, vocearon durante la marcha, plantando cara a la policía a gritos y, con mucha más violencia, a sus propios compañeros y a los viajeros que llevaban.
Al frente del colectivo está Moreno, que lucha junto con otras asociaciones contra la liberalización del sector. Ahora hay una licencia de vehículos de alquiler con conductor por cada 30 de taxi. “Nuestra única pretensión es que esto continúe así. Si no lo conseguimos, España se convertiría en una república bananera donde todos podrían trabajar en esto”, afirma Moreno.
Este hombre de 46 años, estatura alta y complexión corpulenta, está detrás del volante desde hace 20 años, cuando compró su permiso municipal. Desde entonces no se ha bajado del taxi. Primero de un Seat Málaga, después de un Toledo y ahora de un Skoda Octavia. “Hago una media de 75.000 kilómetros al año”, explica. En esas dos décadas ha cambiado mucho el sector. “Ahora hay muchos menos clientes. El aumento del transporte público a muchas zonas y el intrusismo están llevando a la ruina a muchas familias”, añade.
Solo en Madrid hay 586 licencias para vehículos de alquiler con conductor, la competencia directa de los taxistas. “Eso en teoría, porque de otras provincias pueden llegar a venir 2.000 todos los días. Vemos salir a los clientes de los hoteles y cómo se suben a estas furgonetas cargados de maletas, mientras nosotros estamos en las paradas sin trabajar”, mantiene Moreno.
La manifestación del pasado viernes era solo “el aperitivo”, según arengó a sus compañeros tras salir del Ministerio de Economía para pedir que se paralizara la modificación legal. El día fuerte era el próximo miércoles, cuando había convocada una huelga de 24 horas en plena operación estival. Ese “aperitivo” se quedó en eso, porque justo horas después, en una reunión en el Ministerio de Fomento, se alcanzó un acuerdo por el que se mantiene la actual regulación y no se aumenta la proporción entre los dos tipos de licencia. Ayer, los taxistas desconvocaron la protesta prevista para el miércoles.
El presidente de la Gremial lleva desde noviembre en el cargo. Los cuatro años anteriores fue secretario de la asociación. “¿Qué tenemos mala fama? Eso es una leyenda urbana. También hacemos una gran labor social, cuando devolvemos objetos olvidados en los coches o esperamos a que la gente entre en su casa de madrugada. Siempre se vende lo malo, pero las quejas son mínimas”, afirma. Será así, pero en la retina de muchos el pasado viernes quedaron las imágenes de taxis destrozados por sus propios compañeros. Los cinco detenidos durante la protesta fueron puestos en libertad ayer con cargos por esos daños y desórdenes públicos. Eso sí, el pulso lo ganaron los de la raya roja.
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