Estallido cromático de Frank Stella
El gran artista americano exhibe en el IVAM su transformación del minimalismo al barroquismo a través de 36 obras
Fue uno de los precursores del minimalismo, pero nadie lo diría después de presenciar el estallido cromático y formal en las obras tridimensionales de su última producción. Es sorprendente pasar de los cuatro lienzos de los años sesenta que exhibe el IVAM, ejemplos de abstracción geométrica, simplicidad y economía de medios, a la exuberancia de los artefactos fractales, monumentales, que Frank Stella, uno de los grandes artistas contemporáneos de la segunda mitad del siglo XX, empezó a realizar a partir de los ochenta en coincidencia con los encargos de obra pública. No en vano, la muestra que inauguró este martes el IVAM se titula Del rigor al barroquismo.
El gran artista estadounidense se nutrió de las enseñanzas de los creadores de la Bauhaus, perseguidos por el nazismo y exiliados de Europa, como Josef Albers. Nacido en 1934, se formó plenamente en la abstracción hasta el punto de afirmar que “es de todas las vías pictóricas la que tiene más probabilidades de considerar la suma de los conocimientos adquiridos por nuestra cultura”. Y añadía: “Es adaptable y evolutiva”.
Dos adjetivos que se pueden aplicar a su trayectoria a lo largo de los años que recorre la muestra del IVAM a través de 36 obras. La exposición, que permanecerá abierta hasta el 14 de octubre, es un reflejo de la transformación del artista que prefirió sumarse al Nueva York de Jasper Johns y Robert Rauschenberg que al de los expresionistas abstractos Jackson Pollock o Willem de Kooning. Stella fue muy pronto considerado fundador del movimiento minimalista junto a Donald Judd y Carl André. Pero su única fidelidad artística es consigo mismo.
La comisaria, Martine Soria, incidió en que la muestra pretende plasmar la “evolución” de la obra de uno de los “principales protagonistas” del arte contemporáneo, que está representado en los “más importantes” museos del mundo. “Se trata de una panorámica que debería permitir una mejor comprensión para el espectador de los cambios de una trayectoria sorprendente y que se compone de una selección de obras muy representativas de Stella”, agregó. Soria declinó destacar alguna obra en particular o algún periodo de Stella porque todos ellos son interesantes.
De las 36 obras que conforman la exposición, 28 proceden de una galería suiza
Indicó que la selección permite también “resaltar” las diversas técnicas empleadas por el artista como son “las pinturas, las esculturas de técnica mixta sobre aluminio y las obras de papel, carbono y espuma”. Sostuvo que hay un cierto reflejo en la evolución de Stella del arte religioso de la Edad Media.
La directora del IVAM, Consuelo Ciscar, destacó que en esta colección se refleja cómo la obra de Stella ha ido adquiriendo progresivamente una “mayor exuberancia y vocación escultórica”, así como una “acentuada monumentalidad”, sobre todo a partir de los años ochenta, en los que el artista recibe “numerosos” encargos de obra pública.
Por último, apuntó que la muestra pone de relieve que “su obra posee como nexo de unión su interés por la abstracción y la experimentación”, a la vez que ofrece una “renovada” carga de expresividad al utilizar una pintura de “depuradas líneas geométricas y colores planos”.
La exposición muestra obras procedentes del Museo Thyssen, el Centro Pompidou de París, el Museo de Arte Contemporáneo de Niza o el Louisiana Museum, si bien la mayoría de ellas, en concreto 28 de las 36, provienen de la galería suiza Jamileh Weber. Stella, que recibió el premio Julio González en 2009, no asistió ayer a la presentación, pero anunció que visitaría la muestra en otoño. A la presentación también asistieron Rafael Ripoll, secretario autonómico de Cultura y Turismo, y Vicente Montesinos, vicepresidente de la Fundación Bancaixa, patrocinadora de la muestra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.